La 'amistad peligrosa' de Luis Enrique que levanta ampollas en el Barça
En el club no ven con buenos ojos el buen rollo que se lleva el técnico azulgrana con otro entrenador.
Uno de los alicientes que para Luis Enrique tiene la cumbre de entrenadores que se está celebrando entre ayer y hoy en Nyon (Suiza) es el reencuentro anual con Jose Mourinho, con quien mantiene una excelente relación desde que ambos coincidieron en el FC Barcelona, Luis Enrique como jugador y Mourinho como auxu¡iliar/ayudante/traductor del primer entrenador, Bobby Robson.
En esa epoca nació el odio visceral que Mourinho profesa a Pep Guardiola, compañero entonces de la plantilla a la que pertenecía Luis Enrique. Y, paralelamente, nació también un sentimiento de admiración del técnico portugués hacia Luis Enrique. Mourinho ha reconocido recientemente que Luis Enrique era el profesional ideal, que podía jugar de lateral, central, delantero centro, extremo o lo que se le pidiera y siempre dándolo todo en el campo. En cambio, de Guardiola guarda un mal recuerdo por su intento de golpe de estado traducido en su deseo de tomar el poder y arrogarse las prerrogativas del entrenador cuando sólo era un jugador.
Mourinho no ha dudado en lanzar flores públicamente a Luis Enrique, a quien le ha deseado mucha suerte, dando así por acabada, al menos de momento, la rivalidad que mantenía con el FC Barcelona. Algo que no a todo el mundo ha gustado en los despachos del club azulgrana , en donde no se ve con buenos ojos esta amistad entre Mourinho y Luis Enrique que muchos ven como interesada por parte del técnico portugués. Son muchos los que no pasan por alto las pullas del pasado y el daño que el portugués hizo al Barça con sus declaraciones y con sus métodos, enviando a los jugadores del Real Madrid a la caza y captura de los futbolistas del Barça. Tampoco ha gustado su intento de llevarse a Rakitic y su predisposición a tantear al vestuario barcelonista. "Cuanto más lejos de Mourinho, mejor". Pero Luis Enrique es un hombre agradecido, se lleva bien con el portugués y no tiene intención de avergonzarse públicamente de llevarse bien con uno de los personajes más demonizados de la historia del FC Barcelona.