El caso Neymar vuelve a dejar a Luis Enrique sin jerarquía en el vestuario

Josep María Bartomeu continúa metiendo mano en la plantilla azulgrana desacreditando al técnico

La pataleta de Neymar por ser el elegido en los cambios ha traído más cola de la contada. La pataleta del brasileño llegó al padre, que habló con el presidente, que habló con Luis Enrique para pedirle que evitara problemas innecesarios en la recta final de la temporada, justo cuando el equipo se juega los títulos y Bartomeu, dependiendo de ellos, seguir en la presidencia.

 

Los comicios están a la vuelta de la esquina y el presidente sólo tiene un objetivo: seguir en el club pasado julio. Para logarlo, 'Barto' sabe que está en manos del equipo y, en concreto, en manos de nombres contados: Messi y Neymar figuran los primeros. Y no ha dudado, una vez más, en alinearse del lado de sus caracks para dejar vendido, una vez más, a ‘Lucho’ a ojos del vestuario.

 

'Ney', tras no jugar ante Almería y ser el delantero sustituido en partidos como las visitas al Eibar en Ipurua y al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, no ha vuelto a sentar su trasero en el banquillo.

 

Desde entonces, el Barcelona ha jugado tres partidos, de los cuales en dos ha habido cambios en la delantera. Ambos han sido protagonizados por Luis Suárez. A la tempestad por el enfrentamiento entre Neymar y Luis Enrique a seguido una actitud diferente del técnico, que se ha decantado por dejar al '11' en el campo tal y como pedía el jugador y el presidente. El asturiano, que se sabe fuera del Barça a final de curso, ya no discute. No quiere problemas de aquí a final de temporada y su única ambición es salir del club por la puerta grande, ganándolo todo si es posible.

 

La respuesta de Luis Suárez, además, ante los cambios ha sido muy diferente de la de Neymar. No ha habido malos gestos, sino todo lo contrario: impertérrito, el uruguayo ha dejado su sitio a Pedro, que entró al campo en los dos casos. En el último partido, contra el PSG, ayudó además el clima de distensión y fiesta por el pase ya conseguido a semifinales de Champions y la ovación de la grada al '9' del Barça.

 

Suárez, sin galones aún en el grupo, ni el descaro de Neymar que ya avisó a finales de año que quería estar siempre en el campo, sólo había estado fuera del césped en cuatro minutos desde marzo y ahora ha encadenado dos cambios consecutivos.