A Luis Enrique le preocupa más Ibrahimovic que el París Saint-Germain
Zlatan Ibrahimovic se ha enfrentado seis veces al Barcelona desde que abandonó el Camp Nou y ha anotado tres goles.
El retorno de Zlatan Ibrahimovic al Camp Nou es la gran preocupación del FC Barcelona en el encuentro que esta noche le enfrentará al París Saint-Germain para decidir cuál de los dos equipos accede a las semifinales de la Champions League. El resultado de la ida en París, 1-3, convertiría el partido de esta noche en un trámite si no fuera porque hoy, a diferencia de lo que sucedió en el Parque de los Príncipes, el Barcelona tendrá delante a Zlatan Ibrahimovic.
Luis Enrique le tiene mucho respeto al delantero sueco y a la extramotivación con la que saltará al césped del Camp Nou. Los que le conocen, y los que no le conocen, saben del espíritu combativo del delantero del PSG y no ignoran que saldrá a jugar esta noche con la intención de demostrar a la afición barcelonista que el club y Pep Guardiola cometieron un error con él, dudando de su calidad y sacándoselo de encima a los diez meses de haber pagado 75 millones de euros por él.
Ibra se ha enfrentado seis veces al Barcelona desde que fue malvendido al Milan por 20 millones de euros. Los tres primeros duelos tuvieron lugar defendiendo Ibra la camiseta rossonera del Milan. El Barça de Guardiola dejó fuera de Europa a su equipo y él sólo fue capaz de anotar un gol en la derrota de San Siro ante sus excompañeros por 2-3. Luego, ya en el PSG, se enfrentó al Barça de Tito Vilanova. La suerte también sonrió al Barcelona, pero Ibra anotó un gol en París y dio una asistencia de gol a Pastore en la vuelta.
Finalmente, en la presente edición de la Champions League, el PSG ganó por 3-2 en París y perdió por 3-1 en el Camp Nou, por lo que el equipo de Ibra quedó en segunda posición en la fase de grupos mientras y él logró anotar el gol del honor de su equipo en el Camp Nou. En total, seis veces se ha enfrentado Ibra al Barcelona y ha conseguido tres goles. Esa es la gran preocupación de Luis Enrique, que el sueco salga hipermotivado, se líe la manta a la cabeza y le haga un roto a un Barcelona que tiene ya encarrillada la clasificación después del festival del partido de ida en París. Para evitarlo, el técnico barcelonista colocará a un hombre de su altura, Jeremy Mathieu, para frenar sus avances.