Tensión en la selección por el capricho de Ramos en el penalti

Andrés Iniesta era el encargado por Vicente Del Bosque para ejecutar el lanzamiento de un penalti en el caso de que el árbitro lo señalase en el transcurso del España-Croacia. Cuando el árbitro del encuentro de anoche señaló la pena máxima contra Croacia, el centrocampista manchego se dirigió al punto de penalti para lanzarlo, pero Sergio Ramos se le acercó y le dijo: "déjame a mí". Lo lanzó él y lo envió al poste.

Mala suerte. Pero la decisión de Ramos no ha gustado nada en el seno de la concentración de la selección española, especialmente en el sector barcelonista, compuesto por los cinco jugadores de la plantilla azulgrana y los ex, que son mayoría en la selección. Si las paredes del vestuario español hablaran delataríana muchos reproches entre quienes han entendido en la decisión de Sergio Ramos la voluntad de imponer sus galones en la selección y de dejar claro quién manda ahí.

El propio Iniesta ha confesado públicamente que "iba a tirarlo yo, pero Sergio lo pidió y estaba con confianza. Solo falla quien lo tira. La confianza es total lo tire quien lo tire. Hemos tenido la mala fortuna de fallarlo". Son las palabras que pueden esperarse del centrocampista del Barça, poco amigo a enfrentamientos, pero de puertas adentro el malestar con el central madridista es mayúsculo.