La peor estadística de la España campeona que sacó a relucir Croacia
La negra relación de la Roja con los lanzamientos de penalti, una historia que nunca te han contado y que escribió un capítulo más ante los balcánicos.
El penalti fallado por Sergio Ramos en la segunda mitad del choque ante Croacia no fue una pena máxima más. Supuso colocar la piedra definitiva antes de permitir la derrota contra los balcánicos, algo que puede haber sentenciado la Eurocopa en contra de la Roja al hacer que pase segunda de grupo y tenga que avanzar por el lado más difícil del cuadro de octavos de final. Las sensaciones este miércoles no pueden dejar atisbar bastantes dudas. Si Croacia, el rival más complicado del grupo pero uno un conjunto ‘TOP’ nos lo hizo pasar así de mal, pocos ven opciones ante Italia, Alemania, Francia o Inglaterra, nuestros potenciales rivales ahora.
Pero ese penalti, además, demostró muchas cosas que invitan a la reflexión por preocupantes. Andrés Iniesta desveló después del partido que era él y no el central del Real Madrid el que iba a ejecutar el lanzamiento, pero que Ramos le dijo que estaba con confianza. Del Bosque confirmó posteriormente en rueda de prensa que él “no es quien” para decidir un lanzador oficial. Reflexión preocupante, pues no es sino él el que debería imponer uno como entrenador que es. Se demuestra que no existe un plan establecido en este aspecto del juego, absolutamente fundamental en torneos cortos y en los que una pena máxima puede suponer la diferencia entre quedarse en el campeonato o marcharse a casa. Que se deja todo a la voluntad de los jugadores, al azar, a que tire el que le apetezca.
Por si fuera poco, esta estrategia está sobradamente probada como negativa según las estadísticas. Unas estadísticas nefastas en las que, sin embargo, por alguna razón, nadie había reparado hasta después del partido contra Croacia. Y es que los penaltis son la gran cruz de esta Selección incluso desde su etapa de mayor gloria, pues apenas se alcanza un 50 por ciento de efectividad con ellos y con Del Bosque al mando.
Los datos son terroríficos en un aspecto que, como decimos, es crucial en torneos de eliminación directa. Probablemente tergiversados en la realidad por el hecho de haber ganado dos tandas de penaltis en las dos últimas Eurocopas (contra Italia en 2008 y Portugal en 2012) no nos hemos dado cuenta de que los que fallamos muchas veces son los penaltis en juego, esos que precisamente pueden evitar prórrogas y tandas fatídicas. Un aspecto que habrá que empezar a corregir precisamente ante los transalpinos el próximo lunes.