La afición del Barcelona sigue sin entender el juego de su equipo

Luis Enrique probó contra el Valencia un nuevo esquema de juego, con un doble pivote y escorando a Xavi a la banda. La afición no reconoce ese sistema como propio y siguen las dudas.

 

Que todavía no se ve esa comunión entre Luis Enrique y la afición del Barcelona es evidente. El técnico asturiano es querido por buena parte de los seguidores azulgranas, pero sigue sin conseguir la pasión que otros entrenadores despertaron antes. Sus problemas en la gestión del vestuario se trasladan al césped, y sus decisiones tácticas modifican la forma en que la afición percibe el juego. 

 

En la previa ante el Valencia, el asturiano pidió la entrega del público, especialmente en los momentos de dudas del equipo. Pero al socio culé le cuesta levantarse del asiento, especialmente cuando lo que ve sobre el terreno de juego no lo reconoce. Se vio un dibujo táctico inédito hasta la fecha, y eso extrañó a propios y extraños.

 

El Barcelona hace gala de una filosofía de juego única en el mundo, heredada de la época de Cruyff y que Guardiola ensalzó a lo má alto. Todo lo que sea grandes retoques a ese esquema no gusta. Todo radica en el doble pivote. De nuevo Mascherano y Busquets juntos, desplazando a Xavi Hernández a la banda izquierda. De nuevo no funcionó, y no gustó. El equipo sufrió mucho, Messi se vio obligado a retrasar su posición para equilibrar, y el Barcelona perdió llegada y peligro.

 

Con la salida de Rakitic por Adriano, Mathieu se fue al lateral izquierdo y Mascherano volvió a su posición de central. Entonces volvió el Barcelona que le gusta a la afición culé. El propio Mascherano lo reconoció tras el partido: "El principal problema en la primera mitad fue no estar bien ordenados". Luis Enrique, por su parte, se mostró irónico: "Hoy en día no sorprende nada". Seguro que se acordó de aquella frase que pronuncio hace unas semanas y que encendió la polémica, y prefirió callar esta vez ("Todo lo deciden los jugadores, si se gana, claro. Si se pierde, el que decido soy yo").