Fichar sin estar muy convencido

Un jugador huye de Segunda, pero duda de que sea feliz con su nuevo técnico

Una salida a precio bajo que ha facilitado el Getafe como agradecimiento por los servicios prestados es la de Pablo Sarabia, el zurdo que ya es jugador del Sevilla tras el abono de un millón de euros por su ficha. Sin embargo, toda la operación se puso en marcha con unas condiciones, las cuales han cambiado sobre la marcha. Sarabia se imaginaba feliz al lado de Unai Emery, un técnico cuyos ideales son de sobra conocidos por todos, pero ahora, sin el vasco en el banquillo, las condiciones que se le presentan no son tan seguras.



Lo fundamental era huir de Segunda para Sarabia, y de las ofertas que tenían sus agentes la más atractiva era esta del Sevilla, con Emery en el banquillo y con partidos de la Champions League por delante. Sin embargo, el zurdo va a afrontar la pretemporada con muchas reticencias hacia el sustituto contratado por el club hispalense, el argentino Jorge Sampaoli, un preparador con otras ideas, alguna de las cuales no encaja con el fútbol fino, elegante, de toque que ha demostrado Sarabia estos últimos años vestido de azulón.



Sólo con ver vídeos de Chile de la Copa América 2015, a Sarabia se le pone piel de gallina. Lo de jugar con intensidad, con garra, con presión sobre el contrario para recuperar el balón… no son precisamente características que pueda poner en práctica un futbolista como él, formado y surgido en una cantera como la del Real Madrid en la que ese estilo de juego está prácticamente prohibido. Sarabia pasa unas vacaciones algo intranquilo, aunque espera que su calidad llegue a convencer a Sampaoli y hacerse con un puesto entre sus convocados.