Pedro paga en sus carnes las consecuencias de las rabietas de Neymar
El delantero canario estudia ofertas ante la imposibilidad de jugar en un equipo en el que Messi tiene plaza fija y Neymar lucha por obtener el mismo estatus.
Pedro Rodríguez se ha convertido en el presidente del club de damnificados por las rabietas de Neymar. Luis Enrique está atado de pies y manos en su objetivo de mantener el espíritu competitivo de la plantilla echando mano de las rotaciones que por un lado permiten dar descanso a los titulares indiscutibles y, por otro, consiguen que los teóricos suplentes se sientan útiles.
Luis Enrique tiene un problema en su delantera. Con Leo Messi ya se las tuvo y el propio presidente Bartomeu le dejó bien claro que es intocable y que tiene que jugar siempre porque así lo desea él. Le quedan por tanto dos puestos en la delantera para permitir la entrada de los suplentes que aspiran a contribuir en los éxitos del equipo: Neymar y Luis Suárez. El relevo de ambos, o bien dándoles descanso en algún partido o bien sustituyéndoles en el transcurso de los encuentros, es la única salida que le queda al técnico para que jugadores como Pedro, campeón del mundo y campeón de Europa con su selección y campeón de todo con el Barça, tengan la oportunidad de ejercer su profesión en el Barcelona.
El técnico barcelonista no duda de la calidad de Neymar. Tampoco le sustituye porque considere que no está rindiendo. Cuando le cambia lo hace para que jugadores como Pedro mantengan viva la llama de la competitividad. El exito de la administracion de una plantilla de 23 jugadores depende en buena parte del equilibrio que el técnico sea capaz de alcanzar en la gestión de los egos. Y Luis Enrique lo tiene muy complicado para mantener la moral en Pedro cuando éste sabe que Messi tiene la plaza asegurada y Neymar lucha con sus rabietas para obtener su mismo estatus. Pedro es consciente del desgaste que supone para la popularidad del técnico desafiar a la estrella brasileña con sus sustituciones y si Neymar finalmente obtiene tratamiento de "insdustituible", sus posibilidades de juego en el Barcelona se limitarán a suplir a Luis Suárez en alguna ocasión, aunque el juego de Pedro y el del delantero uruguayo tengan muy poco que ver.
Las rabietas de Neymar sólo han conseguido acabar de convencer a Pedro de que su futuro no está en este equipo, de ahí que sus representantes estén ya valorando las ofertas que han llegado de la Premier y de Italia de clubs punteros dispuestos a contar con sus servicios. El hecho de que sea suplente de Messi, Neymar y Luis Suárez no supone ningún descrédito a ojos de los clubs interesados en él.