La exhibición de Varane crea una paradójica duda en el Real Madrid

Aumenta de nuevo su rendimiento con su futuro no del todo claro

Raphael Varane completó un estupendo partido frente al Atlético de Madrid el pasado martes. Probablemente, uno de los mejores de los últimos tiempos del francés en el Real Madrid y, desde luego, el mejor de la temporada presente. Sus problemas de rodilla parecen ir desapareciendo poco a poco y su titularidad por delante de Pepe en el derbi demostró que Carlo Ancelotti empieza a tenerle en consideración otra vez incluso al mismo nivel que sus dos centrales titulares.

¿Por qué decimos que le tiene "otra vez" en consideración? La frase es exagerada pero sirve para explicar el calvario que ha sufrido el central galo en los últimos meses. Con molestias cada vez que acumulaba unos pocos partidos seguidos con el equipo, no terminaba de volver a encontrar ese nivel que le llevó a superar a Pepe en la época final de la era Mourinho hace dos campañas. El Varane del Calderón recordó a aquel futbolista. Incluso con su carrera sorpresa a lo extremo, al más puro estilo Gareth Bale (algunos pensaron que realmente era el galés el que galopaba y no el defensa) hizo una exhibición de velocidad y poderío físico que ahora mismo le hace estar por delante del luso en cuanto a estado de forma. "Pepe no estaba al máximo y por eso tengo confianza en Varane", reconoció el propio Ancelotti en rueda de prensa.

La duda se cierne ahora sobre Carlo y el equipo. El Madrid debe afrontar una auténtica final el próximo miércoles y son pocos los que piensan que Pepe no volverá, ésta vez sí, a la titularidad. Pero el francés se ha ganado una oportunidad después del martes. Y, de nuevo a vueltas con su futuro más inmediato, colocarle en el banquillo incluso a su mejor nivel puede lanzar un mensaje definitivo que le empuje a pensar en otras opciones si el portugués renueva finalmente su contrato con el Real Madrid, como todo hace indicar que sucederá. Es el momento de decidir de manera real qué conviene más: Confiar en un chico joven y ya totalmente consagrado para ser titular en el equipo blanco que ofrecería más años de rendimiento o hacerlo en otro central sublime, brutal, pero con una fecha de caducidad más cercana. La decisión no es fácil.