El tapado del Real Madrid para la final de Milán (y no es Lucas Vázquez)

Zinedine Zidane lo tiene todo atado para disponer de una solución ante cualquier tipo de partido que se le presente.

Salvo contratiempo de última hora, Zinedine Zidane sigue perfilando su once inicial de cara a la esperadísima final de la Champions League. El técnico francés tiene claro qué once futbolistas saltarán al césped de San Siro desde hace dos semanas, pero ahora se centra en 'adoctrinar' a sus chicos de la forma más concienzuda posible para que no caigan en ningún error ante el equipo que más caro hace que se paguen los fallos futbolísticos en todo el mundo. Los merengues lo saben bien. Y por eso, en vez de perfilar al equipo, 'esculpe' su moral, su táctica y su forma de jugar hasta el más mínimo detalle.

 

Pero la final de Milán no la resolverán solo los once futbolistas que salten al terreno de juego de inicio. Como casi todos los partidos de este tipo, los suplentes escogidos para refrescar al equipo en mitad del encuentro podrían tener su peso específico (y en muchos casos, fundamental) de cara al resultado final. Acertar con la alineación es clave, pero hacerlo con los cambios no es menos importante. Y en este sentido, Zidane también empieza a tenerlo claro.

 

 

Si hablamos de revulsivos, casi todos los medios de comunicación coinciden en señalar a Lucas Vázquez como el jugador número 12 del Real Madrid para Milán. El extremo gallego criado en la cantera blanca es quien mejor ha aprovechado la temporada si nos referimos a los chicos nuevos, jóvenes y que afrontaban la campaña como la oportunidad de sus vidas. Casemiro también se ha hecho con un hueco en el once titular, pero es cierto que el brasileño ya venía de un año en la élite con el Oporto. Mientras otros como Jesé no han sido capaces de ser determinantes, Lucas incluso se ha ganado la oportunidad de ir a la Eurocopa con la selección. Calidad, desborde, capacidad para volver locos los partidos y sobre todo un desparpajo que le ha hecho no dejar de hacer bien lo que sabe hacer en momentos importantes e inluso siendo titular en encuentros clave gracias a las bajas de algunos compañeros. Estas son las virtudes de un futbolista que, seguro, será quien de un toque de frescura y de vitalidad al ataque blanco durante la final.

 

Pero, además de Lucas, hay otro nombre cuya aportación puede hacerse fundamental en la final: hablamos de Isco. El malagueño, que estaba en la cuerda floja en este último tramo de temporada junto a James Rodríguez, ha vuelto a demostrar que está empeñado en ser importante en el Real Madrid y que no quiere marcharse. A base de actitud, logró ser el primer o el segundo cambio de Zidane cada vez que el francés necesita a alguien para el centro del campo y fue titular en la vuelta de las semifinales contra el Manchester City. La calidad la tenía, pero no se le veía. Ahora poco a poco vuelve a ser el de siempre y, además, demostrando otra vez que tiene carácter para sobreponerse a los contratiempos en el equipo más competitivo del mundo.

 

El choque ante el Atlético de Madrid será tenso, disputado, cerrado y tremendamente igualado, al menos de primeras. En este campo de batalla, tener el control de la medular puede ser clave y si el Madrid necesita un genio que filtre pases entre líneas y sostenga al equipo a través de la posesión, ese puede ser Isco. De hecho, el de Arroyo de la Miel, que llegó al Real Madrid en el verano de 2013, ya fue fundamental en la final de la Décima ante los colchoneros, saliendo desde el banquillo en la segunda parte y permitiendo que el equipo blanco metiese en su campo al Atlético y embotellase a los de Simeone en su área en los minutos finales. Ahora puede volver a tener un papel similar.