Los jugadores que dejaron tirado al Barça (sin excusa) en la fiesta del doblete

Hasta Luis Suárez, que tenía coartada, debió hacer acto de presencia ante la afición. Faltó compromiso en los futbolistas de Luis Enrique.

El hecho de que Luis Enrique fuera el animador de la fiesta del doblete que anoche tuvo lugar en el Camp Nou explica con claridad el clima de hastío de la plantilla del FC Barcelona ante un Camp Nou a media entrada, que se contagió del ambiente de pasotismo que transmitieron los jugadores barcelonistas, quizá cansados de ganar tanto.

 

De los ausentes sólo Luis Suárez tenía coartada. Su estado físico, tras la lesión en la final de Copa, no le permitía ni dar vueltas al campo ni dar saltos, pero no le impedía hacer acto de presencia en la celebración de un objetivo por el que se ha luchado todo el año. Tampoco convenció a los aficionados la explicación de que Leo Messi se había sentido indispuesto de forma imprevista. Ni que Rafinha tuviera que largarse pitando para concentrarse con la selección brasileña. Pudo haberse ido hoy sin problemas. Y las ausencias de Vermaelen y Arda Turan confirman su grado de implicación en un proyecto y en un equipo que parece que nunca ha sido el suyo. En ambos casos da la sensación de que ninguno de los dos tenía nada que celebrar y no les apetecía hacer bulto para aplaudir los éxitos de sus compañeros.

 

Fue una fiesta deslabazada, pobre de condimentos y con más protagonismo de los ausentes que de los presentes. Alegría, ilusión y euforia sólo las transmitió Luis Enrique.