Las guerras ocultas que se esconden detrás del Barça-Espanyol

Aunque la versión oficial transmitida por el FC Barcelona explica que el presidente Bartomeu y el vicepresidente Carles Vilarrubí no asistieron a la comida de directivas previa al derbi que enfrentó ayer al FC Barcelona con el Espanyol por unas declaraciones de Ramon Robert, hombre fuerte del club blanquiazul, en las que mostraba su deseo de que la Liga BBVA se la llevara un equipo de Madrid, lo cierto es que no fue ese el motivo que empujó a Bartomeu a autoexcluirse de la citada comida.

 

Bartomeu entendió que, como presidente del Barça, no podía asistir a una comida de directivas en la que no estana el presidente y amo del Espanyol, Chen Yanseng, y optó por enviar a alguno de sus directivos para ejercer de anfitriones ante los directivos del Espanyol. Bartomeu no quiso rebajarse a compartir un ágape en el que el club rival no presentaba a una persona de su nivel.

 

Luego las palabras de Ramon Robert ayudaron. Bartomeu entiende que el consejero delegado del Espanyol es muy libre de pensar y desear lo que le venga en gana, pero consideró muy desafortunadas e inoportunas esas declaraciones horas antes del derbi. Bartomeu lo entendió como una provocación y optó renunciar a una comida a la que envíó tropa de segunda fila. El vicepresidente Cardoner, como directivo con mayor rango, acompañado por Jordi Mestre, Silvio Elías y Enric Tombas. Llama la atención también el desplante de Vilarrubí porque su cargo y sus funciones en el club son precisamente esas, cuidar las relaciones institucionales. Parece que el FC Barcelona no tiene ningún interés en llevarse bien con el Espanyol.