La ausencia del Barça en la final de Milán puede ser ruinosa para el club

El Barça busca sin la Champions League los ingresos que no fue capaz de conseguir cuando el equipo logró el triplete.

Josep Maria Bartomeu y su junta directiva viven momentos de angustia, y no por el desenlace de la Liga y la Copa del Rey que se decidirán en los próximos días y en los que el Barça puede ser campeón y finalizar la temporada con un doblete. La preocupación viene dada por el mazazo que ha supuesto para el club la desaparición del Barça de la lista de cuatro mejores equipos europeos y su consiguiente ausencia en la final de la Champions League que se disputará en Milán.

 

Los temores vienen dados porque con el Barça campeón de Liga y de Copa, con el título de campeón de Europa y con el escudo en la camiseta que le acredita como campeón del mundo, los gestores del club han sido incapaces de obtener un rendimiento económico acorde con los éxitos deportivos del equipo. Ni la renovación del actual contrato con Qatar está atada ni han sido capaces de encontrar alternativas a Qatar que como mínimo se acerquen, aunque sea de lejos, a los 80 millones que percibe por su patrocinador un Manchester United que lleva años a la deriva.

 

El club no ha sabido vender al mundo el privilegio que supone reunir en un mismo equipo a Messi, Neymar, Suárez, Iniesta, Piqué... y tampoco al hecho de ser el incontestable mejor equipo del mundo ganándolo todo. Sin con el triplete no llegó el sponsor, va a ser difícil exigir las cantidades que se pedían hace un año por un equipo invencible. El problema es mayúsculo porque la directiva se ha comprometido con nueve jugadores para mejorarles los contratos y hay que hacer frente este verano a una inversión de 60 millones de euros en el capítulo de fichajes. Paralelemante, el club necesita urgentemente rebajar en 90 millones su deuda actual, que asciende a 290. Mientras no se produzca esta premisa no podrán iniciarse las obras de remodelación del Camp Nou.

 

Se entiende el estado de nerviosismo que vive ahora la directiva del FC Barcelona, a quien se le pone muy cuesta arriba conseguir nuevos ingresos después de que el equipo perdiera su condición de tricampeón.