El argentino que intenta convencer a Mascherano para que deje el Barça

La inminente llegada de un central de campanillas a la plantilla azulgrana genera dudas en El Jefecito.

Los constantes anuncios en los medios de comunicación y la confirmación de diversos directivos del FC Barcelona sobre el interés del club por reforzarse este verano con un central de primer nivel llenan de dudas a Javier Mascherano. Es consciente de que si llega al club un central de 30, 40 o 50 millones de euros no será para vegetar en el banquillo. También sabe que en la doble plaza de centrales, la posición de Gerard Piqué es incuestionable. Y no ignora que el sacrificado será él. Por edad (32 años) y porque de hecho esa posición, la de central, no es la suya natural.

 

Y mientras aborda el objetivo de concluir la temporada con un doblete, Mascherano le da vueltas a su futuro, un futuro que pasa por volver a Argentina cuando ya no se sienta útil en el Barça, club con el que tiene contrato en vigor hasta 2018. Masche no desea ser carne de banquillo y en cuanto concluya la final de Copa quiere mantener una conversación seria con Luis Enrique para despejar las dudas que se presentan en su futuro.

 

Mascherano no descarta la posibilidad de acabar su trayectoria en el Barça antes del final de su contrato y aplazar su regreso a Argentina haciendo una escala en China y escuchando la oferta que le ha llegado desde Shangai. Mascherano ha recibido la llamada de su amigo y compañero de selección Ezequiel Lavezzi, que dejó en el mes de enero el PSG para enrolarse en el Hebei Fortune de la Super Liga China. Lavezzi le ha proporcionado informes muy favorables sobre la seriedad del fútbol de ese país, la vida que lleva allí fuera de los terrenos de juego y los detalles que rodean a la competición. Todos positivos.

 

Es posible que el regreso de Mascherano a Argentina se produzco con un poco de retraso.