La jubilación dorada que ha sabido montarse un jugador del Barça
Lo que percibe el suplente de oro, que prefiere la suplencia en el FC Barcelona antes que la titularidad en otro equipo.
Han salido a la luz las cifras oficiales del contrato de Adriano Correia que han sido motivo de denuncia por parte de la Fiscalía. Esta vez ha sido el diario Ara quien ha buceado en el contrato objeto de la polémica, el que abarca los años 2011 y 2012. En el primero Adriano ingresó como ficha 3.638.326 euros, más un 15% en concepto de derechos de imagen. En 2012 ingresó 3.833.066 euros más el 15%. La Fiscalía ha visto indicios de posible fraude a Hacienda y ha presentado una denuncia contra él en la que se sospecha que el futbolista brasileño podría haber dejado de declarar 190.000 y 457.000 en esos dos años objeto de estudio. En total, 640.000 euros que según la Agencia Tributaria Adriano no habría declarado al fisco español.
El origen del problema vendría de un contrato firmado por Nike en 2007 por el que en 2011 percibió 63.000 euros que habrían sido ocultados por el futbolista y cedidos a una sociedad instrumental con sede en Madeira.
Hace poco más de un mes, el 18 de marzo, Adriano Correia renovó el contrato que le vincula al FC Barcelona, y que expiraba el próximo mes de junio, por una temporada más, por lo que tiene asegurada su continuidad hasta 2017. Sorprende la decisión del club y, sobre todo, del jugador, dado que no entra para nada en los planes de Luis Enrique, pero Adriano y su familia se encuentran bien en Barcelona y prefieren seguir en el Barça, aunque sólo sea para calentar banquillo o ver los partidos desde la grada. Estamos ante un claro ejemplo de un plan dorado de jubilación en toda regla, en donde la comodidad que proporciona el Barça pasa por encima de las ganas de ejercer la profesión de futbolista. Las cifras que percibe, por encima de los cuatro millones al año, le convierten en un suplente de oro.
Esta temporada Adriano ha sido titular en 9 partidos, aunque ha participado saliendo como suplente en 18. Y ha marcado un gol, precisamente ante la Roma, el club que vino a buscarle el pasado verano, pero al que rechazó por seguir en el Barça calentando banquillo.