La plantilla del Barcelona le da un tirón de orejas a Jérémy Mathieu

Los jugadores azulgrana afean al defensa que destapara una supuesta falta de sintonía con Gerard Piqué en sus primeros momentos en el club, en la que es una nueva metedura de pata del defensa francés

Somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Ésa es una reflexión que algunos atribuyen a Mahatma Gandhi mientras otros prefieren buscar su origen en la sabiduría popular y que, sea quien sea su autor original, Jérémy Mathieu debería ir pensando en aplicársela a sí mismo. A rajatabla. Si a principios de año el central francés ya destapó el enfrentamiento entre Luis Enrique y Leo Messi, ahora ha vuelto a provocar el enojo del vestuario al señalar que tiene la sensación de que Gerard Piqué, su compañero habitual en el centro de la zaga, no tenía una muy buena sintonía con él cuando se incorporó a la disciplina barcelonista.

 

"Al principio fue difícil porque yo notaba que Piqué era un poco reticente conmigo", ha confesado el central en un reportaje que ha sido emitido por el canal France2. "Tras varios partidos, hemos creado un pequeño feeling y ahora creo que todo va mejor", ha querido matizar también el defensa. A nivel mediático, la repercusión que tiene jugar en un club como el Barcelona es mucho mayor que la que pueden tener los otros equipos en los que ha jugado el galo, el Sochaux, el Toulouse e incluso el Valencia, su primer equipo en la Liga española. Por este motivo, sus compañeros quieren que el jugador considere muy seriamente el efecto que pueden tener sus declaraciones antes de hacerlas.

 

La historia más reciente no hace sino reforzar esa recomendación. A finales del mes de enero, el propio Mathieu confirmó que Messi y el actual técnico del equipo, Luis Enrique, tuvieron una enganchada en un entrenamiento. "Sucedió cuando regresamos de vacaciones. De repente, Leo perdió su compostura después de recibir una falta que no se la pitaron durante el entrenamiento. La situación se puso tensa y entonces se intercambiaron algunas palabras altisonantes", reveló entonces el defensa. Algo que, desde luego, tampoco sentó nada bien al resto de sus compañeros de vestuario. Los futbolistas suelen tener una norma muy clara en cuanto a ese respecto: lo que pasa en el campo, se queda en el campo.