Luis Enrique no seguirá si el Barça acaba el año en blanco

Reaccionará como Pep Guardiola cuando decidio marchar porque no veía hambre de triunfos en la cara de unos jugadores cansados de ganar.

Luis Enrique le está dando vueltas a su futuro como entrenador del FC Barcelona. En sus casi dos años en el banquillo del Camp Nou la Disneylandia a la que se refirió al principio para definir el Barça empieza a convertirse en un calvario para él. Sus relaciones con la directiva están deterioradas tras ser ignorado en el mercado de invierno reclamando el fichaje de Nolito. Luis Enrique entiende que la voluntad de un entrenador que ha ganado el triplete merece ser respetada y considera que no le han concedido el crédito que se ganó la temporada pasada. Sus relaciones con la prensa son más que tirantes. Está convencido de que los medios están confabulados contra él y se siente desbordado por la situación. Y el trato con los jugadores también ha cambiado en los últimos meses, especialmente con los pesos pesados de la plantilla.

 

En el platillo positivo de la balanza de Luis Enrique sólo existe el apoyo incondicional del público del Camp Nou. Aún así, Luis Enrique tiene decidido desligarse del FC Barcelona a final de temporada si el equipo acaba el ejercicio en blanco, es decir si se pierde la Liga y la Copa. Lo ha estado sopesando y ha llegado a la conclusión de que no hay más salida que esa. Es una posibilidad que no entra en su cabeza, porque está convencido de que llegará el doblete. Pero si se pierden los dos campeonatos, el técnico asturiano tendrá muy claro dónde estará el origen del problema: los jugadores. Y actuará como hizo Pep Guardiola en su momento, que prefirió irse antes de que le echaran los resultados porque, entre otras razones, no vio en la cara de sus jugadores el hambre de victorias que es necesario en un club como el Barcelona.

 

Si el Barça pierde la Liga y la Copa el mayor decepcionado será Luis Enrique, que entonces sí, deberá hablar claro a sus jugadores. Hasta ahora, con viento a favor, se ha mordido la lengua para garantizar el equilibrio y la paz en el vestuario, pero el técnico no está dispuesto a aceptar que se pierdan dos títulos que están al alcance de sus jugadores antes rivales con jugadores de inferior nivel. Y considerará que lo más oportuno será dejar paso a otro que genere la ilusión que habrán perdido con él.

 

Son los planes de un Luis Enrique que, de cualquier forma, está convencido de que el Barça lograrça el doblete y que acabará cumpliendo el contrato que firmó el pasado año con Josep Maria Bartomeu y que le vincula con el Barça hasta 2017.