El último viaje de Bale genera una cumbre interna en el Real Madrid
A falta de sólo ocho partidos de poder conseguir un doblete histórico, en el club blanco no quieren que se les escape nada.
El Real Madrid no quiere que el asunto del viaje de Gareth Bale a Cádiz, donde gastó un día libre jugando al golf después de ser sustituido con supuestas molestias físicas ante el Getafe, se convierta en un nuevo polvorín dentro y fuera del vestuario. Zidane no está muy contento con el detalle del galés pero tampoco cometerá el error de darle bombo y más importancia de la que tiene. Además, todos esperan, futbolista y cuerpo técnico, que las molestias no se extiendan a más de uno o de dos partidos.
Así pues, incluso con el Rayo en mente, la ida de semifinales de la Champions League ante el Manchester City se antoja como la meta donde Bale espera estar de nuevo a las órdenes del técnico francés. Pero de lo que no se librará el extremo es de una charla con el galo en la que le espetará a no volver a cometer el error de dar facilidades para que arrecien las críticas de aquí al final del curso. Quiere que todos los suyos estén centrados y mentalizados para conseguir el objetivo del doblete.
Una vez hablado con el jugador, la calma ha vuelto a Valdebebas. En el cuerpo técnico son optimistas con estas nuevas molestias del extremo, que esperan no vayan a más. Son sólo estos pequeños detalles los que todavía no acaban de colocar a Gareth en el primer plano del protagonismo del club en cuanto a liderazgo. Está llamado a ser la bandera de la entidad junto a Cristiano, pero todavía comete errores que no acaban de situarle como un líder a ojos del aficionado.
Zidane espera que una victoria ante el Villarreal haga olvidar este asunto. Si ésta llega y encima se da la carambola que conduce al liderato de la Liga, mejor. Pero, en cualquier caso, no quiere que nadie se descentre de aquí a junio.