La última payasada de Dani Alves lo liquida en el Barça
El brasileño marca las condiciones para negociar su marcha
Dani Alves está en el punto de mira. Tras protagonizar un vídeo en el que bromeaba con la eliminación del Barça en la Champions que bloqueó la centralita del club con llamadas de socios indignados por su actitud, el brasileño ha vuelto a las andadas.
En el último entrenamiento de los azulgrana en la ciudad deportiva Joan Gamper, el lateral protagonizó un gesto que ha colmado la paciencia del club: tres peinetas a un fotógrafo del Barça que han desatado la tempestad interna.
Alves, señalado desde el pasado curso cuando jugó con la sanción FIFA para exprimir al Barcelona en la renovación, tiene los días contados en la entidad. El deseo del club, secreto a vozarrones, es perderlo de vista a final de curso, incluso renunciando al traspaso por él.
Fuentes internas advierten de la voluntad en los despachos es facilitar la marcha del carioca hasta el extremo con un doble objetivo: perder de vista a un futbolista alejado de los postulados de la entidad y liberar masa salarial al desprenderse de una de las fichas altas del equipo.
Alves, por su parte, no lo pondrá fácil. El brasileño vive mejor que bien en Barcelona. Y advierte: no saldrá perdiendo un céntimo. Una oferta igual o superior en Europa es el único camino que conduce a Dani a la puerta de salida.