Zidane define el nuevo rol de James Rodríguez en el Real Madrid
El sorteo de semifinales de la Champions League y el emparejamiento ante el Manchester City aclaran el panorama del resto del año.
Una vez sabido que el Real Madrid se enfrentará al Manchester City en semifinales de la Champions League, los blancos ya tienen definido su calendario de aquí al resto de la temporada. Ocho partidos, tres de ellos en casa (Villarreal, Manchester City y Valencia) y el resto fuera (Getafe, Rayo, City, Real Sociedad y Deportivo de la Coruña). Ocho fechas en las que puede ocurrir absolutamente de todo, desde ganar un doblete que sería histórico, Liga y Champions, a no ganar nada y terminar el año sumidos en la más profunda de las crisis. Pero para poder llegar en las mejores condiciones a pelear por ambos títulos en estos dos meses que quedan de competición, Zinedine Zidane va a tener que darle mucho protagonismo a toda su plantilla.
Esto exige rotaciones. Y además, rotaciones que, sea el que sea el rival que haya delante siempre serán importantes, dado que a estas alturas casi cualquier partido torna en dramático. Y para empezar, una serie de cambios en Getafe con respecto a lo visto frente al Wolfsburgo en el Bernabéu, un partido en el que los once titulares acabaron fundidos físicamente. Se espera que James Rodríguez e Isco vuelvan a tener protagonismo en la Liga después de quedarse otra vez sin minutos frente a los alemanes.
La mejoría experimentada por James debe ser su trampolín a la hora de convertirse en uno de los pilares fundamentales de este final de temporada. Parece que el colombiano está decidido a recuperar su sitio, y se lo hará ver a Zidane a través de estos partidos de Liga en los que el Madrid podrá seguir presionando al Barça. Esto servirá para que se tomen en serio su contribución. El cafetero cree que si recupera su mejor nivel será imposible que el francés le saque de las alineaciones. Casemiro es importante por el equilibrio que da al equipo pero Toni Kroos sigue siendo un hombre irregular en el medio campo. Ahí está el resquicio por el que el '10' podría volver a entrar.
De entrada, es de esperar que la segunda unidad siga teniendo más protagonismo en los próximos partidos de Liga. Salió bien contra el Eibar, y para Zidane supone un doble juego y una doble ventaja: tener a todos contentos porque juegan, y además tener a los suplentes en plena forma mental y física por si es necesario tirar de ellos en algún momento trascendental de lo que queda de curso.