El gran temor de Zidane que amenaza la remontada ante el Wolfsburgo

El entrenador francés lo dejó muy claro en la última charla antes del partido de este martes en el Bernabéu.

"Tengo plena confianza en mis jugadores". Así de tajante se mostraba Zinedine Zidane en la rueda de prensa previa al choque en el que tanto él como su Real Madrid se juegan la posibilidad de iniciar un proyecto la temporada que viene y, por supuesto, la campaña actual. Si los blancos no logran remontar ante el Wolfsburgo en la vuelta de cuartos de final de la Champions League, para lo cual tendrán que levantar el 2-0 traído de tierras alemanas, prácticamente todo habrá acabado esta campaña en el club y será momento de quedar a expensas de la reacción de un público que este martes enterrará cualquier diferencia para con los jugadores o la entidad. Se respira ambiente de noche de gloria en los aledaños del Bernabéu.

 

Zidane tiene claro que su futuro está en este partido, pero intenta hacer méritos para seguir ganándose a todos los estamentos del club y también al entorno. Intenta ser duro cuando debe serlo y gentil casi siempre que pueda. "Veo metidos a mis jugadores y eso me resta presión", asegura. Pero por dentro, la duda le carcome. Es consciente de que por mucho trabajo que haya desarrollado con ellos a lo largo de sus primeros 100 días en el Madrid, hay fallos endémicos, de plantilla y de tipo futbolístico, que no podrían ser corregidos hasta la temporada 2016-2017, una campaña en la que pueda trabajar con el grupo desde el principio, con los cambios adecuados...si llega.

 

 

Por ello, este Madrid ha demostrado ser como una escopeta de feria. El día que está inspirado es capaz de marcarle cuatro o cinco goles a cualquiera en muy poco tiempo, pero flojea atrás. Esta es la gran preocupación de Zizou de cara al choque contra el Wolfsburgo y así se lo hizo saber a los futbolistas en la última charla técnica, en el entrenamiento de lunes. También deslizó este temor a través de la consigna que más repitió en rueda de prensa: "Paciencia, tranquilidad". Es la llave para no ser un agujero atrás, lo que fue el equipo en Alemania. Si el Wolfsburgo marca un gol, la gesta se volverá mucho más complicada.

 

Un tanto germano, ese es el temor que quita el sueño a un Zidane que insiste e insiste en el equilibrio defensivo basado en la solidaridad de todos. Por eso duda entre alinear a James o Casemiro, en función del grado de implicación defensiva que los delanteros muestren este miércoles. Quiere pensar que será el máximo. Y se pone venda pese a todo: "Puede ser que nos marquen un gol".

 

Si Zidane consigue meter a su equipo de verdad en vereda y esta noche vemos a once jugadores jugando juntos, atacando y defendiendo a la vez y siendo un bloque inexpugnable, habrá colocado la primera piedra para forjar un proyecto nuevo el próximo curso. Sería la confirmación para la entidad de que tiene empaque para convencer al vestuario de su idea futbolística. Hoy es el día.