Lo que debes saber del R.Madrid - Wolfsburgo: Basta de guías de remontadas

Los diarios deportivos se inundan de guías, consejos y artículos recordatorios de gestas pasadas a horas previas del encuentro.

"Dejad a mi padre en paz. Cada vez que le mencionáis, palmamos". Estas palabras del hijo de Juan Gómez, 'Juanito' la pasada semana en Twitter, después del esperpento firmado por el Real Madrid en Wolfsburgo (2-0) deberían bastar para dejar los ánimos de remontada del madridismo en su justa medida. Un vaso que no debe estar ni medio lleno ni medio vacío, simplemente con una buena dosis para llevar a cabo un objetivo que, no nos engañemos, no será fácil. Remontar dos goles (para ganar tendrán que ser mínimo tres, si no se quiere ir a la prórroga) a un rival de Champions y alemán no será sencillo. Nunca lo ha sido en la historia de esta competición.

 

Pero es igualmente cierto que el Real Madrid se ha malacostumbrado a utilizar el recurso psicológico de las remontadas gloriosas de épocas pasadas en cualquier caso, sin pararse a pensar si la ocasión lo merece. Antes, una noche de remontada era una auténtica noche especial. Ahora lo es cualquier noche que precise de la necesidad de vencer. Las hay cada temporada. Más marketing que un delicado recurso en forma de 'tesoro histórico' del club. A ello contribuye en buena parte la prensa, bien adiestrada para 'tocarle' el ánimo de fiesta y jaleo al seguidor joven, ese que gusta de noches calientes en el Bernabéu, esas que lamentablemente escasean en la última década.

 

 

En las horas previas al partido usted podrá encontrar frases como "recibir al equipo horas antes", "calentar el partido", "que el estadio esté lleno mucho tiempo antes de lo normal", "realizar el primer disparo a puerta y la primera falta de partido" o, la más socorrida y hasta rancia, "dejarse la piel en cada acción del encuentro, presionar arriba y meter la pierna". Como si esto último no fuese una obligación de cada partido. Aquí el problema es doble: nos hemos acostumbrado a que no lo sea, y también a que pedirlo suponga un motivo de ilusión para el aficionado, que verá el choque de mañana martes como algo especial, pase lo que pase después.

 

Lo decían varios analistas e incluso muchos aficionados tras el 2-0 en Alemania: "no hay derecho a que días después de ganar en el Camp Nou den esta imagen. Que remonten solos". Y lo cierto es que debe ser así. El Madrid debe tomarse el partido en serio pero no desmelenarse como si tuviese en frente a un gigante que echa rayos por la boca. No debe olvidar que tras lo de la pasada semana está en deuda con el público, y no debe pedirle, debe darle para recibir. Debe ser rápido e intenso pero también paciente y acelerar y tirar de la épica solo cuando las circunstancias den para ello.

 

 

No obstante, hay varias cosas que usted debe saber, opiniones aparte, acerca del encuentro de este martes: habrá multitud de aficionados horas antes del encuento y, seguramente, el recibimiento al autobús de los jugadores será multitudinario. Por eso debe acudir con tiempo para acceder con comodidad a su sitio. Después, todo lo que pase será más propio de un buen partido de fútbol de Champions en el Bernabéu que de una remontada. Y lo que vaya sucediéndose dependerá única y exlusivamente de cómo logren los jugadores contentar y animar al público, no al revés. Pero no se sienta engañado: la "remontada" no es una moda, ni una táctica. Es solo una palabra. Es marketing. Lo que importa es cómo la utilicen los protagonistas.