Los problemas que resuelve el Madrid fichando a Mou... y los que agrava

Si se cumpliese lo que dicen desde Inglaterra, la llegada del portugués al banquillo blanco por segunda vez desencadenaría un interesante debate.

Los medios británicos insisten. The Mirror abre este viernes asegurando que si el Real Madrid completa su 'descalabro' del pasado miércoles ante el Wolfsburgo, la cúpula directiva prescindirá de Zidane y volverá a tirar de José Mourinho para la próxima temporada. El portugués lo tiene prácticamente hecho con el Manchester United o, al menos, eso es lo que se venía 'vendiendo' en los últimos meses. Pero recientemente, esa postura ha pasado a un plano más conservador. Desde noticias que aseguran que el luso ha pedido a la entidad de Old Trafford que le pase el hipotético contrato por escrito a otras que incluso no descartan la continuidad de Louis van Gaal la próxima temporada.

 

Todas estas circunstancias, siempre según Mirror, facilitarían el regreso de Mou al Bernabéu. El Madrid ya lo intentó en invierno con el de Setúbal tras despedir a Rafa Benítez. No quería gastar la bala de Zidane tan pronto para evitar 'quemar' al francés, pero ante la negativa del ex técnico blanco (en ese momento estaba seguro de que su destino para la 2016-17 era Old Trafford), Florentino tuvo que recurrir al entonces entrenador del Castilla.

 

Pero, ¿qué beneficios traería una vuelta de Mourinho al Real Madrid? ¿A quiénes le gustaría? ¿Qué pensaría esa otra parte del madridismo que no guarda un buen recuerdo del luso? En Don Balón repasamos algunos puntos calientes de lo que sería una vuelta de The Special One al club tres años después de su turbulenta marcha.

 

Las 'manzanas podridas'

 

La principal causa de la marcha de José Mourinho del Real Madrid al término de la temporada 2012-2013 fue un mal año en lo deportivo, pero provocado a su vez por un progresivo deterioro en la relación entre el técnico y gran parte del vestuario después de conquistar la famosa Liga de los 100 puntos y los 121 goles en 2012. El enorme desgaste interno y externo al que Mou somete a sus plantillas terminó por provocar un estallido de reproches mútuos a lo largo de un curso en el que el equipo se fue descomponiendo de una forma similar a la presente temporada. Y la gota que colmó el vaso fue el enfrentamiento entre el entrenador e Iker Casillas, que dejó de comulgar con su forma de tratar a la prensa y a los rivales, y de llevar el vestuario. La condena del capitán al banquillo por 'filtrador', además de por "mal rendimiento" dividió al madridismo como nunca entre partidarios y detractores del técnico y el portero. Varios pesos pesados del vestuario como Pepe, Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos aopoyaron a su compañero y terminaron mal con Mourinho.

 

 

Ahora, de aterrizar de nuevo en el Madrid, aunque no es seguro, sería bastante deducible que varios de estos jugadores no querrían seguir de nuevo bajo el mando del técnico portugués. Algunos ya no están, como Iker, pero la mayoría siguen. Cristiano Ronaldo declaró hace pocos meses que no tendría problemas en volver a trabajar con él, pero el resto nunca se ha pronunciado. Algunos medios aseguran que el ex del Madrid y del Chelsea califica a estos futbolistas como 'manzanas podridas' del vestuario blanco. Esto sería un problema y volvería a dividir al madridismo.

 

El papel de la directiva y el presidente

 

Tirando de nuevo de Mourinho, Florentino Pérez admitiría abiertamente que estaría dispuesto a escuchar sus exigencias y, por tanto, vender a las 'vacas sagradas' que hiciese falta. Sería un posicionamiento peligroso para la imagen del presidente pero a su vez, la excusa perfecta para llevar a cabo esa Revolución Galáctica de la que tanto se habla para este verano.

 

Lo que recuperaría el Madrid y lo que perdería

 

Con Mourinho, es prácticamente seguro que el Real Madrid volvería a transformarse en un equipo tremendamente sólido, fiable y con una efectividad enorme. Renunciaría a ese juego preciosista que se intentó recuperar cuando se le cesó y fichando a Carlo Ancelotti, que se aparcó con Benítez y por el que se aboga de nuevo ahora con Zidane, o al menos se intenta. Desaparecería ese supuesto gobierno del vestuario sobre el técnico del que tanto hablan algunos medios y que tanto critica parte del madridismo, pero volveríamos a una postura beligerante en cuanto a trato para con la prensa y clubes rivales, algo que otra parte de la afición no ve nada bien. En definitiva, una vuelta a las ventajas y los inconvenientes del periodo 20010-2013.