¿Remontada? Por supuesto, pero el vestuario blanco piensa otra cosa en privado

La sensación entre los jugadores era unánime nada más terminar el partido ante el Wolfsburgo este miércoles.

El Real Madrid sufrió una dura bofetada contra el Wolfsburgo. Nadie esperaba el mal partido ni el mal resultado, sobre todo después de la reacción vista en el Clásico, contra el Barça y con un jugador menos. Ni los futbolistas, ni Zidane, bastante crítico con la plantilla en rueda de prensa, ni tampoco la afición y la prensa entienden qué se le pudo pasar por la cabeza a los protagonistas para firmar el partido que firmaron. Una noche negra de las que el club ya tiene conciencia varias veces en Europa y en los últimos años, similar a las dos que el Madrid sufrió, sin ir más lejos, en Dortmund, en los años 2013 y 2014.

 

Nada más terminar el choque, en el que la sensación generalizada entre los dos últimos actores mencionados, prensa y afición, oscilaba entre enfado monumental y decepción absoluta, la palabra "remontada" ya estaba presente en la cabeza de todos los protagonistas. Los futbolistas así lo expresaron en zona mixta. Fueron varios los que salieron a dar la cara ante los micrófonos.

 

Ramos: "No ha sido el resultado idóneo y está claro que la remontada empieza hoy. Hay que olvidar el mal resultado, confiar en nosotros mismos y en la afición y comenzar a preparar el escenario más adecuado. No creo que haya sido problema de actitud. Hay que sobreponerse y sacar conclusiones positivas. Si queremos estar en semifinales hay que empezar la remontada desde ya. He vivido grandísimos momentos en el Bernabéu y tenemos el cariño y el apoyo de la afición para darle la vuelta al resultado. La realidad es que llevamos un resultado negativo, pero confío. Hay que sufrir juntos y estar unidos para intentarlo".

 

Marcelo: "Tenemos la oportunidad de jugar 90 minutos en el Bernabéu y vamos a darlo todo para remontar. No podemos bajar los brazos. Que la afición confíe en nosotros".

 

Pepe: "Sabíamos de sus contras. Tras el penalti queríamos marcar un gol que era importante para nosotros. Tenemos un partido en casa, confianza en nuestra afición y en los compañeros para poder remontar el partido".

 

Jesé: "Les digo que vengan a apoyarnos, que lo daremos todo por remontar por ellos y por nosotros. Si somos nosotros mismos en nuestro estadio, podemos levantar esta eliminatoria y estar en semifinales".

 

Lo cierto es que de puertas para dentro las autocríticas fueron duras. Los jugadores saben que no pueden dar esta imagen, especialmente tras el encuentro ante el Barça. Está en sus manos cambiarlo, pero también darle a la afición motivos para que apoye y genere un ambiente de remontada, algo que la plantilla cree que debe ganarse más que pedirlo tras lo visto este miércoles. Prefieren achacar todo a un asunto de desconexión puntual fruto de varias desgracias consecutivas. El martes, próximo capítulo.