La primera víctima (y otra posible) de la 'operación salida' del Valencia
Conjuntamente con su nuevo proyecto, los che deben evitar que algunas de sus piezas clave de la plantilla no sean seducidas para marcharse.
El Valencia CF se mueve para reconstruir por completo su plantilla y fichar un entrenador de renombre que forje un nuevo proyecto que empiece a cumplir con las expectativas tanto de la afición como del magnate asiático Peter Lim. En este sentido, habrá un enorme movimiento tanto de fichajes como de salidas, aunque algunas de las mismas no precisamente por decisión del club che.
Una de ellas seguramente será la de Dani Parejo, que lleva días en el centro de la polémica. La prensa cercana a la actualidad valencianista asegura que el ex capitán entiende que su ciclo en la ciudad del Turia ha terminado. No comprende por qué, a pesar de su actitud intachable y los años que lleva defendiendo la elástica valencianista la afición la toma siempre con él por todos los males del equipo. Parejo recibe pitos de forma habitual cada vez que salta al campo y hace semanas recibió la humillante noticia de ser desposeído de la capitanía en favor de Alcácer.
Otro que también podría acompañar a Parejo en su salida (y esta sí que sería una mala noticia para el Valencia) es Santi Mina. El joven delantero ha demostrado tener un gran futuro a pesar de su intermitencia y de la falta de estabilidad que ha sufrido en sus primeros meses en Mestalla, y parece ser que podría estar en la órbita nada menos que del Barça. Aunque sería extraño si atendemos a los rumores, ya que Mina seria del interés blaugrana porque el dinero que exige el Celta por Nolito es mucho, 18 millones de Euros.
El Valencia hizo una apuesta muy fuerte por Mina hace una temporada, por lo que ahora pediría una cantidad al Barça que sería similar a la que los culés no quieren pagar por Nolito. A pesar de todo, habrá que estar atentos, puesto que el futbolista es uno de los jóvenes más prometedores del fútbol español y los de Luis Enrique necesitan un recambio para la MSN que no suponga un excesivo gasto y una protesta constante desde el banquillio por su suplencia.