Reunión Barça-Alves: la propuesta azulgrana no convence al brasileño

La entidad mantiene prácticamente inamovible su oferta de una temporada más otra opcional mientras el jugador espera una mejora tanto en los términos económicos como en la duración del contrato

En las próximas horas, a lo sumo en cuestión de días, el Barcelona y Dani Alves deben mantener una reunión para negociar el futuro del brasileño, quien finaliza su compromiso con la entidad azulgrana el próximo 30 de junio. Las posturas siguen bastante alejadas. Después de que el PSG anunciara hace poco que no está interesado en hacerse con el fichaje del lateral este verano y las reticencias del propio jugador a embarcarse en el proyecto del Manchester United, el otro gran equipo europeo aparentemente dispuesto a pujar por sus servicios, el club azulgrana cree estar actualmente en una posición de fuerza para negociar.

 

La edad de Alves juega en su contra. Cumplirá 32 años el próximo mes de mayo y en el club se considera que, a pesar de lo mucho que se cuida, es inevitable que la velocidad, la principal baza de un lateral, vaya abandonándole poco a poco. De ahí que su proposición se mantenga en términos inamovibles: una temporada más otra opcional y unos seis millones de euros brutos por cada una de ellas, lo que supone una rebaja sustancial del salario del futbolista, casi la mitad. Antes de que los parisinos se bajarán aparentemente del tren en marcha, se llegó a publicar que el PSG estaba dispuesto a pagarle nueve millones brutos por temporada por dos temporadas más una opcional. Una idea con la que el brasileño se sentiría mucho más cómodo si el Barcelona llegara a esos términos.

 

Asegurarse dos años más de contrato y un sueldo más acorde con lo que ha estado ganando en los últimos tiempos son los grandes objetivos de Alves, cuya ficha en el Barcelona sería de unos 11 millones de euros brutos por temporada. El Manchester United está al acecho. Por mucho que al brasileño le asaltaran fuertes dudas sobre la conveniencia de aceptar la oferta inglesa, si el club azulgrana no acerca sus posturas a las del propio lateral, éste puede acabar cambiando de idea. Para Luis Enrique, es un jugador casi insustituible, y se puede decir lo mismo de cualquiera que vaya a ocupar el banquillo azulgrana en un futuro próximo, si el asturiano finalmente no sigue en el club. Especialmente, con el castigo de la FIFA, que impide cerrar fichajes el próximo verano. Unos argumentos que, a buen seguro, esgrimirá el defensa para llevarse el agua a su molino.