Así es el Zidane de los días grandes: las decisiones discutidas del francés

Tomó varias durante el partido que provocaron debate entre la afición.

El derbi madrileño era la primera gran prueba de toque para medir las capacidades de Zinedine Zidane como técnico del Real Madrid. No sólo su sistema de juego o su gusto futbolístico, sino su capacidad para tomar decisiones en momentos difíciles. Y lejos de amedrentarse, el galo fue valiente. Mucho. Tanto que causó las primeras críticas importantes y un debate que dará que hablar en los próximos días.

 

Para empezar, como era de esperar, colocó a Carvajal y Danilo como laterales y dejó a Nacho en el banquillo, pero dispuso al brasileño como sustituto de Marcelo y no al canterano, señal de que el anterior experimento con ambos no le dejó satisfecho. La decisión fue un acierto, ya que permitió que Carvajal pudiera jugar por su costado y generar peligro siendo profundo y mejoró el rendimiento de Danilo en sus últimos partidos. Eso sí, ninguno de los dos completó un choque a la altura, como el resto de sus compañeros.

 

Sin embargo, tomó la decisión de no sacar a Mateo Kovacic de inicio, algo que muchos reclamaban por su capacidad y recorrido físico y porque el Atlético siempre gana en número al Madrid en el medio campo. Algunos expertos le daban como casi seguro pero Zidane dispuso la medular 'de Play Station', con Isco, Kroos, Modric y James. Mucho talento pero poca capacidad de recuperación y de repliegue. El Madrid se hizo largo y volvió a caer en la trampa del Atlético, jugando en horizontal y si saber atacar a los colchoneros entre líneas.

 

En la segunda mitad tuvo que cambiar a Benzema por lesión pero metió a Borja Mayoral, debutante, canterano. Aplaudido por algunos por "valiente" y censurado por otros. Un claro mensaje a la plantilla, en todo caso: si los mayores no reaccionaban, otros debían hacerlo por ellos. Sí enfadó el cambio de Lucas, sin Kovacic de nuevo, por James y no Isco. Una vez más, el colombiano era el elegido en lugar del malagueño cuando el equipo necesitaba verticalidad. "Es previsible y hace lo políticamente correcto, no tiene soluciones", fueron los primeros comentarios verdaderamente despectivos y que iniciaron el debate sobre el francés en las redes sociales e incluso en la grada del Bernabéu.

 

Su decisión final de meter a Jesé supuso la entrada en el campo de un cuarto atacante puro. Terminó con muchos delanteros y pocos medios, sin control y sin un plan. Aunque para entonces el Bernabéu ya había dirigido sus iras varias veces contra el palco. Ahora, Zizou genera debate de cara a próximos grandes compromisos.