La 'venganza' de Jorge Mendes contra Football Leaks en el Valencia

El equipo che ha sido el siguiente en la lista de clubes españoles cuyos jugadores han sido objeto de las filtraciones del polémico portal ruso.

Football Leaks ha tomado como nueva víctima al Valencia. El equipo che está siendo el objetivo en los últimos días con la publicación de algunas interioridades y contratos de futbolistas de su plantilla. Los dos primeros en ver la luz han sido los del argentino Enzo Pérez y recientemente el del brasileño Danilo Barbosa, ambos gestionados o a través de la referencia de Jorge Mendes. Sin embargo, la buena noticia tanto para el súper agente como para el propio Valencia es que, en ambos casos, lo que los 'hackers' del famosísimo portal web han desvelado se corresponde con las versiones oficiales en cifras y formas que el club anunció en su día.

 

La cesión de Danilo del Braga al Valencia contempla una opción de compra sobre el jugador al final de esta temporada que en ningún caso es obligatoria, algo que dejaron claro varios medios cercanos a la actualidad deportiva valencianista hace algunas semanas. De querer hacerse definitivamente con los servicios del centrocampista brasileño, el Valencia debería hacer feente a un pago total de 14.750.000 euros, fraccionado en tres pagos hasta 2018. El primero, en julio de este año sería de 4.750.000 euros, mientras que en 2017 habría que abonar 5 millones más y un año después otros cinco más, de acuerdo con las citadas fuentes. Entre ellas, Superdeporte.

 

En cuanto a Enzo Pérez, Football Leaks desveló que el argentino costó 25 millones de Euros, la cifra oficial dada por el Valencia, con un sistema de pagos que contempla tres plazos, al igual que con Danilo, de algo más de 8 millones de euros cada uno. El primero se hizo antes del 7 de enero de 2015, una semana después de firmarse el fichaje. El segundo, antes del 15 de junio de 2015 y el último debe abonarse antes del próximo 15 de junio, restando 8.340.000 euros por pagarse, siempre según el citado medio.

 

Estos datos demuestran que ninguna de las partes ha mentido y, por tanto, lejos de perjudicar, refuerzan la imagen del súper agente luso y de un Valencia que sufre una situación deportiva tremendamente delicada. Sólo hubiese faltado que ahora también se hubiesen destapado problemas de gestión, pero nada más lejos de la realidad.