Neymar aún no tiene la bendición de Luis Enrique para jugar a ser olímpico

El técnico sopesa los pros y contras de prescindir de su estrella brasileña durante la cita olimpica en agosto.

El próximo verano de Neymar supone para el FC Barcelona un serio conflicto de intereses. Neymar quiere disputar con Brasil la Copa América en Estados Unidos del 3 al 26 de junio, inmediatamente después de la final de la Champions League en Milán y del final de temporada en el Barça. Pero también quiere disputar los Juegos Olímpicos con la selección olímpica brasileña, lo que quiere decir que, si juega la Copa América, deberá emplear el mes de julio para preparar la cita olímpica en la concentración brasileña. Es decir, que Neymar se quedaría prácticamente sin vacaciones, dado que el torneo de fútbol de los Juegos se disputa de 5 al 21 de agosto. Y, suponiendo que Brasil llegue a la final, Neymar se incorporaría al Barça 2016-17 sin haber hecho pretemporada y sin haber podido jugar las Supercopas de España y Europa, si las hubiera, e incluso el inicio de la Liga.

 

Es un secreto a voces que en el Barça tratan de evitar lo que supondría para Neymar un auténtico maratón y ya han convencido al jugador para que elija una opción. Si descarta los Juegos Olímpicos y opta por la Copa América, podrá tomarse el reglamentario mes de vacaciones sin ningún problema y regresar a Barcelona para la presentación del equipo el 27 de julio para ver los Juegos Olímpicos por la tele. Esta es la opción que prefiere el club, pero no la que más seduce al jugador, que es más partidario de  participar en los Juegos Olímpicos, ya que son en su país y suponen la última posibilidad de conseguir una medalla de oro olímpica, como ya tiene Leo Messi, mientras que tiene mucho tiempo por delante para conseguir para Brasil una Copa América.

 

La opción elegida por Neymar es la que menos gusta en el club, que ha dejado el tema en manos de Luis Enrique para que sea él quien pacte con el jugador. El técnico también es consciente de la ilusión que le hace a su estrella ser olímpico en su país y debe valorar los pros y contras. Renunciando a la Copa América, Neymar haría un mes de vacaciones en junio, prepararía los Juegos en julio, los disputaría en agosto y llegaría al Barça como una moto para reincorporarse al equipo con las pilas más cargadas que los demás. Esa es la ventaja. La desventaja es que Lus Enrique no podría contar con él en los primeros partidos oficiales de la temporada previstos para el mes de agosto.

 

Todo parece indicar que Luis Enrique se inclinará por la opción que deje más contento a Neymar. Lo último que le interesa ahora al técnico en el tramo final de la temporada es tener a su número once cruzado y en su contra.