El Málaga desnuda las primeras lagunas de Zidane en el banquillo blanco

El técnico francés se quedó sin opciones durante el partido por decisiones propias, y optó por no arriesgar del todo al final, cuando el partido agonizaba con empate.

El empate del Real Madrid en La Rosaleda de Málaga no sólo dejó al Real Madrid sin opciones en la Liga, sino que además dejó varias claves sobre lo que podemos esperar de Zinedine Zidane en el banquillo merengue, al menos esta temporada. El técnico francés afrontaba el choque ante los andaluces con las bajas de Raphael Varane, Pepe, Bale y Benzema por lesión, y a estos tres ausentes sumó a James Rodríguez de inicio por los problemas en la espalda y el hombro que el colombiano arrastraba desde el partido ante la Roma.

 

Por estos motivos, Nacho, Kovacic y Jesé fueron titulares. El central cumplió, pero tanto el croata como el canario no jugaron un buen partido. Kovacic no fue capaz de realizar esa labor de "barrendero" y ocupar espacios ante un centro del campo del Málaga que se impuso en la mayor parte del choque. Estuvo impreciso, fallón en el pase y sin ideas. Y el delantero tuvo una tarde aciaga escorado en la banda derecha, sin desborde ni capacidad para eliminar rivales con su calidad, además de que falló una de las ocasiones más claras de todo el partido para el Madrid, sólo ante Kameni en la primera parte.

 

Motivado por el mal partido de Jesé, Zidane optó por escogerle para ser el primer cambio, metiendo en su lugar a Lucas Vázquez. El encuentro iba entonces 0-1 pero no estaba cerrado, quedándose el Real Madrid con sólo Cristiano Ronaldo en punta. Tras el empate del Málaga, en numerosas jugadas, Lucas y Carvajal por la derecha y Marcelo por la izquierda alcanzaban posiciones francas para envíos al área sin ningún jugador merengue para rematar.

 

Pese a que el Málaga ganó al Madrid en cuanto a consistencia y posesión con criterio durante buena parte del partido, en ningún momento intentó Zidane meter a Casemiro en el campo para equilibrar el duelo en la medular. Y tampoco optó por sacar a Borja Mayoral tras la igualada y sin apenas argumentos ofensivos en el césped. Decisiones que lanzan un doble mensaje: no hará cambios extraños, sino que es un técnico de perfil 'continuista', con once jugadores fijos y tres o cuatro suplentes que saldrán siempre, esté como esté el partido; y por otro lado, una conclusión de que no hay demasiadas alternativas en el banco cuando un duelo se estanque.