El soplo que genera tensión entre los jugadores en el vestuario del Barça

A los jugadores del FC Barcelona no pasa desapercibida la delicada situación financiera por la que atraviesa el club. Esperan ansiosos la noticia de que la directiva ha conseguido renovar el contrato que le liga a Qatar o, en su defecto, que encuentre uno mejor. También esperan novedades en torno a la renovación al alza del contrato de Nike. Y es que el futuro de muchos jugadores puede depender de que se produzca o no la entrada de nuevos ingresos en las arcas del club.

Hasta el vestuario barcelonista ha llegado al soplo de que el club podría plantearse como objetivo prioritario conservar a su tridente mágico, Messi, Neymar y Suárez, atendiendo a sus exigencias económicas en detrimento de la clase media, que podría resultar perjudicada ante el hecho, cada vez más evidente, de que el club no está en condiciones de soportar el peso económico que exige la actual plantilla. Así se entiende el interés de los jugadores por las informaciones que hablan de nuevos ingresos en el club.

Si Messi, Neymar y Suárez continúan en el club, la directiva se vería en la obligación de intentar sacar un beneficio económico por la venta del alguno de sus jugadores emblemáticos cuya marcha supondría un alivio para una masa salarial que ya sobrepasa los límites de lo permitido. Jugadores como Bravo, Alves, Piqué, Mascherano, Busquets, Iniesta, Rakitic o Sergi Roberto podrían entrar en este paquete de futbolistas que podrían ser sacrificados en el caso de que la apuesta del club no sea vender a una de sus tres grandes estrellas de la delantera. Todos son necesarios para Luis Enrique, pero de la misma manera que Bartomeu le ha dicho no Nolito, también podría llegarse a la situación de que Luis Enrique tuviera que elegir, por ejemplo, entre Neymar y Piqué e Iniesta.

Los jugadores son conscientes de la situación y esperan que el club obtenga esos ingresos extra que necesita para evitar sacrificios que no gustarían a nadie.