Así ha caído el 'espionaje' de Guardiola al Valencia, otra prueba para Peter Lim
Los rumores aseguran que Pep se ha fijado en la Liga para sustituir a Boateng en el Bayern de Múnich
Mientras terminan de definirse los fichajes que el Valencia llevará a cabo de aquí al próximo lunes, otro problema grave podría sobrevolar el ambiente y perturbar el ya de por sí enorme dolor de cabeza que debe estar sufriendo Peter Lim. La grave lesión que ha sufrido Jerome Boateng con el Bayern de Múnich, que tendrá al central aproximadamente tres o cuatro meses fuera de combate, ha provocado que Pep Guardiola se mueva rápido para encontrar un sustituto de garantías para afrontar la parte decisiva de la temporada. Y los alemanes se han fijado en Shkrodan Mustafi.
Junto a Westermann, Mustafi es el central de la Liga española en la agenda del Bayern para marcharse ya mismo y recalar en el equipo bávaro. Toda una prueba de fuerza en el momento más débil de Peter Lim como máximo accionista, ya que los resultados del equipo incluso han hecho que a la afición y al entorno se les haya pasado por la cabeza la terrible posibilidad de que el club acabe luchando por no perder la categoría esta temporada.
Al igual que sucedió con Otamendi en verano, dependerá de la actitud de Mustafi buena parte del problema. Porque seguro que el Valencia no aceptará bajo ningún concepto una marcha del alemán. Sabe que gran parte de sus problemas esta temporada vienen, precisamente, del enorme desajuste que produjo la marcha del argentino, que junto a Shkodran formó la mejor pareja de centrales de la Liga la temporada pasada. Por eso, perder ahora al otro mejor defensa que tienen sería firmar casi su sentencia de muerte.
La cláusula de rescisión de Mustafi asciende a 50 millones de Euros. Y a diferencia de Otamendi, esta vez el Valencia sí que apuraría hasta este extremo para retener al jugador. No creen que, en principio, el Bayern vaya a poner tanto dinero sobre la mesa. Sin embargo, en el seno del club estas noticias han sentado fatal, ya que justo en el peor momento suponen todavía más inestabilidad de la que ya hay montada en Mestalla.