El giro que coloca a Lavezzi como la campanada del Barça en el mercado

El argentino fuerza la máquina para cumplir su sueño: jugar junto a su gran amigo Messi

Lavezzi es el hombre. Leo Messi lleva meses avisando al personal que el fichaje de su compatriota por el Barça sería mano de santo. El jugador azulgrana está convencido que la llegada de su compatriota daría oxígeno al tridente de ataque ya fuera en enero, con una cesión y compra a final de curso, o el próximo verano.

 

El argentino, que termina contrato en 2016 con el PSG, estaría encantado con la idea: el futbolista sueña con recalar en un grande la Liga en la recta final de su carrera. Asumiría un rol secundario sin problema, vendría a servir, no a servirse e incluso, cuentan fuentes informadas, está dispuesto a adecuar su ficha a las necesidad del club. Un giro que vuelve a colocarle como opción en mayúsculas para reforzar el ataque.

 

El compatriota de Messi/Mascherano acepta una reducción de sus emolumentos en el PSG para moverse en un escalafón acorde a su rol en el Barcelona: Lavezzi pasaría a formar parte de la orquilla en la que se encuentran Bravo/Ter Stegen (4 millones de euros), Mathieu/Vermalen (3,5), pudiendo superar los 4 'kilos' con objetivos y nunca por debajo de los 3 millones limpios que percibe hoy Adriano. Por debajo se situarían Bartra (2), Douglas (2), Sergio Roberto (1,5) y Rafinha (1,5), pendiente de cerrar su renovación que lo colocará un peldaño más arriba.

 

Lavezzi ocuparía así el espacio dejado por Pedro, pero con cifras más asequibles para la masa salarial del club: el actual jugador del Chelsea percibía cerca de 6 'kilos' por temporada. Una alternativa a Nolito que gusta más que el internacional español en el vestuario y en las altas esferas de la entidad azulgrana.