La contundente reacción de James Rodríguez a su 'Top 19' en el Balón de Oro
El colombiano está decepcionado por el pésimo resultado que han arrojado las votaciones tras la Gala celebrada en Zúrich y ya ha hecho saber a los suyos sus planes
Una de las cosas que más ha sorprendido después de ver la clasificación final del Balón de Oro 2015 ha sido la baja posición de James Rodríguez en el escalafón. El centrocampista colombiano del Real Madrid terminó en la decimonovena posición, muy alejado del 'Top 10' de mejores jugadores del mundo y con apenas un 0,45 por ciento de los votos totales. Futbolistas tan 'variopintos' como Javier Mascherano, el guardameta Manuel Neuer o incluso Yayá Touré le han superado ampliamente en un certamen en el que esperaba consolidarse como uno de los miembros más fuertes de esa 'segunda unidad' que, junto a hombres como Neymar o Luis Suárez viene pegando fuerte por suceder a Messi y Cristiano Ronaldo algún día. Al menos, estar entre los diez primeros, cosa que parecía incluso bastante conseguida hace tan sólo algunas semanas.
El propio James está muy disgustado por los resultados. Sabe que lo importante son los premios colectivos y que quedar decimonoveno en un Balón de Oro no le va a quitar el sueño pero la decepción no se puede esconder. Acabó su primer curso en el Real Madrid convirtiéndose en la auténtica revelación de la Liga española aun cuando a pesar de haber costado 80 millones de Euros en el verano de 2014 no muchos pensaban que pudiese alcanzar un nivel de juego tan alto como demostró después. De hecho, se consolidó, probablemente, como el mejor mediapunta del pasado curso en España y, desde luego, como la mejor de las noticias para el Madrid. Sin duda un jugador de futuro, que debutó en España marcando 17 goles en todas las competiciones y dando 17 asistencias, números de crack. De estrella que, para muchos, ya está entre los mejores centrocampistas del planeta y es potencial candidata a ganar el Balón de Oro algún día.
¿Por qué, entonces, tan mal resultado final? Dos conceptos sobrevuelan la mente del cafetero: primero, los dos meses largos que ha estado lesionado, y que le han impedido seguir al gran nivel que estaba cuando empezó la presente temporada. Después de su tempranera exhibición ante el Betis en el Bernabéu (dos golazos) allá por septiembre, apenas hemos vuelto a ver al mejor James. Y también, por supuesto, al ostracismo al que Rafa Benítez le condenó en estos últimos tiempos. Con el entrenador español tardó poco en no ser el mismo del pasado curso. Las tácticas y los métodos del técnico recientemente despedido por el Madrid no beneficiaban a ningún jugador de ataque de la plantilla, y por supuesto tampoco a James.
Pero el colombiano pasa página. Ya le ha hecho saber a sus allegados que 2016 será el año de su despegue definitivo. Con la llegada de Zinedine Zidane, uno de sus ídolos de la infancia y un hombre con mucho gusto por los 'jugones', espera recuperar el nivel que había mantenido hasta principios de temporada e incluso incrementarlo. La aglomeración de futbolistas de calidad que el francés quiere poner sobre el césped para llevar a cabo sus planes desde el banquillo le beneficiará. Y también el cariño de un Bernabéu que le tomó como uno de sus favoritos hace ya tiempo. James espera seguir ganando en ese pulso eterno con Isco debido a su juego más directo, beneficioso para la BBC y a su capacidad de llegada a gol, en la que quizás supera al malagueño. Año nuevo, vida nueva. Y quizás un sitio en el podio del Balón de Oro de 2016.