Rusia y Montenegro se ganan a pulso una sanción ejemplar de la UEFA

Los graves incidentes que se registraron en el partido Montenegro-Rusia han puesto a la UEFA en pie de guerra. El partido, clasificatorio del Grupo G para la Eurocopa del 2016, fue suspendido en el minuto 68, tras varios incidentes violentos en las gradas, y una trifulca entre los jugadores de los dos conjuntos.

El organismo europeo ha abierto un expediente disciplinario para ambas federaciones. El portero ruso Igor Akinfeev fue alcanzado por una bengala lanzada desde la grada en el minuto uno, pero el árbitro alemán Deniz Aytekin decidió que el partido se reanudara después de 35 minutos de parón.

Tras una reunión urgente entre responsables de la UEFA y de las dos selecciones, se decidió seguir con el partido a pesar de todos los incidentes, aunque se advirtió por megafonía que el partido sería suspendido definitivamente en caso de que pasara algo más.

El duelo fue definitivamente suspendido en el minuto 67 con 0-0 en el marcador, tras el penalti pitado contra Montenegro y fallado por el conjunto ruso. Se produjo una trifulca entre jugadores y cuerpo técnico en el campo, así como nuevos incidentes violentos en las gradas, lo que motivó su suspensión.

La UEFA, ahora, ha determinado la apertura de un procedimiento disciplinario contra la Federación de Montenegro por el lanzamiento de bengalas y otros objetos por parte de sus aficionados. Asimismo, se ha abierto procedimiento contra la Federación Rusa por lanzamientos de bengalas y otros objetos por parte de sus seguidores.

El seleccionador ruso, el italiano Fabio Capello, aseguró que "el encuentro no debería haber sido reanudado después de que Akinfeev fuera golpeado". El portero del CSKA de Moscú fue trasladado a un hospital y, según medios, sufrió una lesión en el cuello y quemaduras leves. "Ahora me siento bien", dijo Akinfeev, que añadió que "desafortunadamente, estas cosas pasan a veces en el fútbol, pero espero que no vuelva a ocurrir, ni en Montenegro ni en ningún otro país del mundo".