El detalle en Mestalla que encendió como nunca a Florentino Pérez

El presidente del Real marca el rumbo a seguir en el Madrid

Florentino Pérez es un hombre sabio. El presidente del Real se ha caracterizado por se un hombre mesurado, paciente, con miras. Ante el Valencia, Rafa Benítez se jugaba más que tres puntos. Lo sabía la directiva, el capo principal, la ejecutiva, el vestuario y el utillero del Real. El empate no dejó ningún buen gusto de boca en las alturas, pero tampoco resultó calamitoso: tropezar con diez en Mestalla no es un drama mayor.

 

El drama, sin embargo, el que Florentino sí vive, viene de atrás: el presidente sigue sin ver la luz en un Madrid que viaja entre tinieblas. Pérez se esfuerza por creer, cuentan desde dentro, pero los avisos que le llegan son contundentes.

 

El último, el que más ha molestado al mandatario de todo lo acontecido en Valencia -suplencia de Isco/James y cambio del mejor del partido, Benzema, al margen- llegó al término del encuentro.

 

Las declaraciones de Rafa Benítez en la rueda de prensa posterior al choque rebosando felicidad por el encuentro con afirmaciones de satisfacción por el encuentro, enervan al 'presi' y a los más críticos con el técnico. El Real, afirman, y menos en la tesitura actual, no puede hacer del empate la victoria. La grandeza del club blanco, insisten, obliga a caras largas ante todo lo que no sea la victoria/goleada. Pensar en pequeño es ser pequeño. En los despachos de la T4 no gusta que de las sobras se haga un manjar. El Madrid es otra cosa.