Cesc puede fichar por el Madrid: Las otras veces que se dejó querer

El ahora jugador del Chelsea nunca le ha hecho ascos al eterno rival del Barça, su supuesto club del alma

Tal y como venimos contando en este medio, Cesc Fabregas podría ser uno de los objetivos prioritarios del Real Madrid para la temporada 2016-2017. El futbolista del Chelsea se encuentra en una situación compleja en Londres, pues tras haber sido despedido Jose Mourinho Stamford Bridge le ha señalado como una de las 'ratas' culpables de haber provcado la salida del portugués. Fábregas lleva tiempo alejado de su mejor nivel en el conjunto 'Blue', pero además se le acusa de haber sido una de las cabezas del vestuario contrarias a la gestión del técnico.

 

Con la puerta del Arsenal cerrada, la Premier empezaría a hacérsele pequeña al ya veterano centrocampista que, por otra parte, podría firmar su último gran contrato si aterriza en el Bernabéu. Sabe que probablemente no sería tan titular como en Londres pero por contra tendría la oportunidad de volver a pelear por grandes títulos y vivir en España. Y lo más curioso es que, ni es la primera ni la segunda vez que relacionan a Cesc con el Madrid, ni tampoco es la primera vez que no escuchamos un "no" de boca del catalán, que estaría dispuesto a escuchar a los blancos, como siempre ha hecho.

 

En varias ocasiones del pasado, Cesc estuvo cerca de fichar por el Real Madrid. En 2009 y 2011 se produjeron las dos tentativas más populares y en ambas se pronunció. Nunca dijo "no" al Madrid. Ramón Calderón le llevaba como uno de los nombres propios de su candidatura en 2006, pero nunca pudo firmarle. "Yo no le di mi palabra a Calderón de que firmaría por el Madrid. Hablé con él y le escuché simplemente. Tengo contrato hasta el 2014 y soy muy feliz en el Arsenal", dijio en 2009, año en que Florentino regresó a la presidencia.

 

En 2011, poco tiempo antes de que se decidiera por el Barcelona, Cesc estuvo a punto de fichar por el Madrid. Florentino le quería para acompañar a Xabi Alonso en el centro del campo con Mourinho en el banquillo. Como antes, Fábregas fue gentil: "Es un honor que el Madrid me quiera". De forma privada aclaraba que los blancos siempre han tenido un trato muy correcto cuando han hablado con él. 40 millones fue la oferta que no surtió efecto.

 

Ahora, hace pocas semanas, el propio jugador reconoce los hechos: "Hubo contactos durante varios años y con diferentes presidentes. Nunca se cerró un acuerdo. Hubo cosas, pero no hubo pacto final. Faltó el paso al frente". Tampoco cerró la puerta. Y ahora podría volver a abrirse.