El Real Madrid marca la estrategia a la plantilla en el 'afer Piqué'

Las ocurrencias del central del Barça se han convertido en un tema de club

Gerard Piqué no levanta el pie. Fue ganar el Mundial de Clubes y acordarse de Arbeloa -también de Granero- dando continuidad al tuit del defensa blanco y respondiendo, de paso, a las palabras de Sergio Ramos quien quiso zanjar la polémica por el intercambio de 'caricias' posterior al afer del 'cono'.

 

Una guerra fría que se caliente en la que el Real ha tomado partido desde ya. Desde el club se ha pedido a los miembros más activos en redes sociales, así como al capitán, Ramos, evitar dar cuartel al '3' del Barça replicando sus salidas de tono. No quieren entrar en las provocaciones del jugador catalán, ni darle más prensa a una situación que engrandece el 'ego' de Gerard.

 

El Madrid pide silencio a los suyos para actuar de forma contundente como institución si el futbolista azulgrana traspasa los límites. Una actitud, la de Piqué, que además divide al vestuario azulgrana incómodo ante el juego del defensa.

 

Y es que la sensación de que el personaje creado por Gerard ha terminado por devorar al propio Gerard se impone en la caseta/despachos. Piqué, que ha recibido toques de atención desde dentro, sigue yendo por libre.