Los hinchas radicales del Feyenoord destrozan Roma

El partido de Europa League entre la Roma y el Feyenoord finalizó con empate 1-1 sobre el terreno de juego, pero en las calles de la Ciudad de Eterna quienes salieron perdiendo fueron los ciudadanos. Seguidores del equipo holandés, desplazados a Roma, protagonizaron importantes disturbios en la Plaza de España de la capital italiana, en los que 10 personas resultaron heridas.

Cerca de 500 aficionados se concentraron en la plaza por la tarde y se enfrentaron de forma violenta contra policías romanos a los que les tiraron botellas y bengalas, y provocaron desperfectos en la fuente de Barcaccia, que preside el centro de la plaza y que recientemente había sido restaurada.

Los agentes de policía, con equipamiento antidisturbios, respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y lograron despejar la zona, que quedó llena de restos de plástico, basura y botellas de cristal. Un dispositivo de 1.300 agentes se habían desplegado por la capital ante la previsión de posibles desórdenes, ya que el miércoles por la noche aficionados del equipo de Rotterdam, visiblemente borrachos, ya protagonizaron unos primeros disturbios en la zona del Campo de Fiori. En esa ocasión, 23 personas fueron detenidas, de las cuales 19 han sido acusadas de resistencia, lesiones y violencia contra la policía por un tribunal de Roma. Se enfrentan a penas de 8 a 16 meses de cárcel, y multas de 30.000 a 46.000 euros.

El alcalde de Roma, Ignazio Marino, destacó en un mensaje de Twitter que "Roma está devastada y herida. En contacto con el prefecto, comisario y embajador de Holanda. No acaba aquí".