El gran dilema de Carlo Ancelotti tras el parón por partidos de selecciones

El italiano puede estar ante uno de los mayores retos de su carrera

"Algunos me dicen que tengo una paciencia sin límite, pero tiene límite". Es posible que Carlo Ancelotti tenga que recurrir a esta afirmación, hecha en la previa del clásico, dentro de unos pocos días. Cuando la próxima semana regresen los internacionales y el Real Madrid vuelva a la realidad de la Liga, donde ese partido ha dejado a los blancos a cuatro puntos del Barça y sin más margen de error para poder pelear el título.

Será a partir de los próximos días cuando el Madrid se enfrente a la fase más decisiva de la temporada y al mismo tiempo al momento de mayor incertidumbre del curso. La eliminatoria de Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid promete ser dura y por mucho esfuerzo que se haga el equipo ya no depende de sí mismo para lograr el campeonato doméstico. Pese a ello, la resaca del choque del Camp Nou parece haber dejado un poso de optimismo basado en lo visto sobre el césped. Casi lo único positivo tras encajar la cuarta derrota liguera de 2015 y ver cómo la distancia con respecto al líder es ya la misma que separa a los merengues del tercer puesto.

Pero hay otras cuestiones que se añadirán a esta incertidumbre en cuanto al resultado final de la temporada para el Real Madrid. Es muy posible que dentro de poco Ancelotti tenga ante sí el reto de tener que decidir sobre su once titular y su sistema de juego por primera vez en meses. Las lesiones de futbolistas importantes han lastrado las posibilidades de la plantilla y agotado al equipo pero también le han proporcionado al italiano la 'facilidad', entendida como algo más negativo que positivo, de no poder elegir.

Justo en esta fase del año es cuando él mismo ha dejado claras sus preferencias: La BBC es 'intocable' mientras "estén bien". Lo mismo pasa con Isco, el gran señalado por buena parte de la prensa para irse al banquillo cuando regrese James, que este martes empezó a entrenarse con normalidad y que muy pronto hará que el transalpino deba decidir: Mandar al 'intocable' malagueño al banco o bien remodelar el sistema y quitar a uno de los tres hombres de arriba, algo reclamado por muchos.

Poco margen para tomar una decisión

A Carlo no le va a dar, además, excesivo tiempo a hacer pruebas. La vuelta de James es una magnífica noticia y hará que ya no haya excusas para los jugadores. Estarán todos los que hicieron ese magnífico fútbol entre octubre y diciembre. También Jesé, hombre al que el técnico señaló como una pérdida fundamental en la carrera por la Liga la temporada pasada: "Con él todo podría haber sido diferente". La situación del canario es muy distinta ahora y el equipo necesita esa aportación por parte de la 'segunda unidad' que el año pasado se producía y que este no llega. Más recambios que harán que público y críticos exijan más soluciones.

Todo esto para hacer cambiar un rumbo que no es bueno con el plan actual, a tenor de los números. Es el momento de ver cuánta paciencia le queda a Ancelotti, que tiene el reto de tapar bocas cuando se le señala como un técnico malo en torneos de regularidad: En 16 de ellos desde que ejerce como entrenador de grandes escuadras (1998 en la Juventus) sólo fue campeón en tres ocasiones. Una con el Milan (2003-04), otra con el Chelsea (2009-10) y otra el PSG (2012-13). Además, en 71 partidos disputados contra los tres primeros clasificados de las cuatro ligas donde ha entrenado su balance es de 26 victorias, 28 derrotas y 17 empates. Sintomático. Con el Real Madrid sólo ha ganado uno de ocho enfrentamientos ligueros contra Barça y Atlético (el 3-1 sobre los culés esta temporada en el Bernabéu).