Lo que Piqué piensa (y no dice) sobre la "ejemplar" conducta de Ramos
Está molesto porque el "español ejemplar" se borra de La Roja en función de sus intereses mientras él va a todas y se lleva las broncas y los insultos.
Los aficionados españoles han recibido a Gerard Piqué de uñas en las últimas convocatorias de la selección: en Madrid, en León, en Asturias y en La Rioja. Se le echa en cara su falta de compromiso con la selección y se le recomienda a gritos, y entre insultos, que si no se siente español no acuda a las llamadas de Vicente Del Bosque. La situación se originó justo después de que Piqué se acordara de Kevin Roldán en su celebración del triplete, lo que confirma las palabras de Xavi cuando dijo que los silbidos e insultos son de seguidores madridistas.
Y Piqué asume la situación, que en lugar de amainar va a más. Él acude a la selección porque quiere y porque, al menos de momento, no puede jugar en otra. Pero lo que le saca de quicio es que Sergio Ramos, que pasa por ser un jugador ejemplar de La Roja, se borre constantemente de las llamadas del seleccionador para poder estar disponible para su equipo. Piqué entiende que si él hiciera eso, las broncas que recibe serían todavía más sonoras. En el vestuario azulgrana llamó la atención un titular del diario Marca en el que se decía que "Desde hace 49 días Ramos sólo juega los grandes partidos", relacionando esa circunstancia con su lesión en el hombro, que le obligaba a seleccionar su presencia en los partidos en función de su importancia.
Teniendo en cuenta que Ramos se borró de la anterior convocatoria en la que España jugó dos amistosos, y su más que segura baja en la reciente llamada del seleccionador para estar a punto para el clásico, Piqué tiene motivos más que sobrados para estar molesto. Sergio Ramos, ejemplo de españolidad, se borra de la selección, y él, que va a todas, se lleva las broncas. La situación recuerda a la de otro español ejemplar, Álvaro Arbeloa, que publicó en su cuenta de twitter que le producía más satisfacción ganar la Décima con el Real Madrid que el Mundial con España. Piqué no alcanza a imaginar lo que sucedería contra él si se atreviera a manifestarse en la misma línea.