La última filtración desde el club pone el vestuario del Barça patas arriba

La plantilla está reventada, al límite del límete

No habrá fichajes. El cuerpo técnico/vestuario espera la llegada de savia nueva en enero, pero Josep Maria Bartomeu ha dictado sentencia: el equipo tirará con lo puesto hasta el próximo curso salvo descalabro absoluto para preocupación de una plantilla que afirma sin tapujos que Bartomeu está reventando al grupo con sus decisiones en la parcela deportiva: "Están matando al equipo", afirma un miembro del staff. La ruptura con Qatar tiene consecuencias inmediatas, si el club no encuentra un nuevo 'mecenas' antes del mercado de inviernto, Arda y Vidal serán los único refuerzos para enero. 

 

El club necesita recuperar el equilibrio financiero, acometer el Espai Barça y reducir la deuda en no menos de 50 'kilos' para cumplir con los Estatutos del club: el artículo 67 avisa que el saldo negativo neto de la entidad-328 'kilos'- no puede superar el ebitda del club multiplicado por 2,75 que en 2014-15 fue de 278 millones. La junta directiva de Bartomeu tiene dos años para reconducir unas cuentas que han tomado una tendencia preocupante en los últimos años. De lo contrario, y según recogen los propios estatutos, cualquier socio podría forzar su dimisión.



El Barcelona arrastra, además, una importante operación de mercado del pasado curso en el que la entidad invirtió hasta 157 millones. Nuevas incorporaciones con fichas elevadas -caso de Suárez- que dispararon el sueldo medio del equipo hasta cifras alarmantes con los pagos de los bonus/variables por la consecución del triplete, un 40% más. A esto se suman las generosas renovaciones del presidente en la previa electoral, entre ellas la del técnico que multiplicó por mucho su ficha bajo amenaza de dejar a ‘Barto’ tirado, o el ‘detalle’ a Xavi, quien cobró prácticamente la totalidad de su ficha del siguiente año en su despedida.



Por su fuera poco, la actual directiva se comprometió a no poner en marcha las obras del Espai Barça hasta que la deuda del club estuviera por debajo de los 200 millones de euros. Una promesa electoral con fechas que la junta debe encarar sí o sí.



Una situación de precariedad que tiene un única solución que se complica por el amateurismo en la gestión de la actual junta. Tres 'hipotecas' que deben salvar al club de la mala gestión de los últimos años: la nueva vinculación con Qatar o similares, ahora en el limbo, que debía dejar el patrocinio del Barça por encima de los 71 'kilos' de Chevrolet al United. La renegociación del contrato de Nike y el patrocinio de la camiseta de entrenamiento, un 'bulo' por el que se afirmó que se pagarían 30 'kilos'. Tres conceptos aún por definir con futuro 'socios' que, conocedores de la situación real de la entidad, marcan contraprestaciones que siguen anulando la independencia de la entidad.