¿Por qué perdió el Real Madrid el clásico del Camp Nou ante el Barça?

Carlo Ancelotti dispuso un once sin sorpresas y sacando todo lo que tenía.

1.- El control duró lo que duraron Modric y Kroos

Carlo Ancelotti dispuso un once sin sorpresas y sacando todo lo que tenía. No se reservó nada. A falta de James no había discusión posible en el centro del campo y el trío Kroos-Modric-Isco superó a sus homólogos, Mascherano, Rakitic e Iniesta durante una hora. El Madrid tuvo más posesión y combinó mejor y más rápido, superando las dos líneas defensivas azulgranas fácilmente. Ahora que ha vuelto se ha hecho más visible la importancia del croata sobre el césped. Sin embargo, su falta de ritmo propició que a partir de la mitad del segundo tiempo el equipo empezara a quedarse sin aire. Le siguió Kroos e Isco lleva tiempo mostrando síntomas de cansancio. El gol de Suárez fue un mazazo psicológico añadido del cual los blancos ya no se repusieron. 

2.-Sin control, desaparecieron Marcelo y Benzema

El brasileño y el francés fueron los mejores jugadores merengues sobre el césped junto con Modric. El lateral volvió loco a su compatriota Alves y Benzema completó uno de los mejores partidos que se le recuerdan. Fue un repertorio de soluciones y posibilidades para sus compañeros bajando a recibir de espaldas, combinando entre líneas, abriendo juego a los costados y superando a sus defensores para provocar desconcierto en la zaga blaugrana y mejores desmarques de Cristiano y Bale. Pero cuando el Madrid perdió el control y entró en una fase de ida y vuelta tras el 2-1 ambos perdieron peso en ataque. Sobre todo el galo. Fueron la solución sorpresiva en ataque porque ni Cristiano Ronaldo, pese al gol, ni Bale, están en su mejor momento y cuando ellos se apagaron, se apagó el ataque blanco.

3.- Mal día de los centrales

Lo habíamos señalado en la previa: Para que el Real Madrid tuviera opciones de conseguir algo positivo en el Camp Nou no sólo debían estar bien sus tres atacantes. Era fundamental que el encuentro de los centrales fuese perfecto porque el Barça llegaba con su tridente de delanteros en plenitud de forma. Y tanto Sergio Ramos como Pepe no estuvieron bien en los goles culés. En la falta botada por Messi en el primer tiempo el sevillano no siguió bien la marca de Mathieu y Luis Suárez tuvo demasiado tiempo de controlar y disparar ante Pepe en una jugada aparentemente sencilla de tapar para el zaguero portugués. Dos errores concretos que supusieron dos goles en contra. Una losa tremendamente complicada de levantar en un escenario tan hostil.

4.- Sin el 'Ángel' de Casillas

No ha sido el gol más grave que se le pueda achacar al portero blanco pero sí un tanto en el que pudo hacer más. El disparo de Luis Suárez ha vuelto a crear debate en torno a las actuaciones del guardameta, al cual hace tiempo que no se le ve del todo seguro en la portería. Iker tenía a todos acostumbrados a ser un muro bajo los palos y desprendía una sensación de seguridad y de 'Ángel' que cada vez es menor. Siendo fieles a aquello por lo que siempre se le ha destacado "ya no hace milagros" y ya son varios sus errores en encuentros clave. Claudio Bravo sí apareció en dos o tres oportunidades clave del partido en la meta contraria. Sin ser el responsable único de la derrota, el hecho de tener un portero que se mueve constantemente en este ambiente de incertidumbre es algo que empieza a lastrar seriamente al equipo en estos choques.

5.-Una vez más, nula aportación desde el banquillo

De nuevo hay críticas a Ancelotti por su tardanza en hacer los cambios, especialmente cuando el equipo se desfondó en el segundo tiempo y se deshacía merced a los contraataques del Barça. Más allá de opiniones, las sustituciones de Lucas por Modric y Jesé por Isco empeoraron el panorama en lugar de aportar aire fresco y esto da más argumentos al italiano para mantener su idea invariable. Es una realidad que los suplentes no están aportando nada esta temporada y eso se está notando mucho cuando llevamos dos tercios de la misma y el cansancio aflora. No hay recambios ni posibilidades de variar el plan. La sensación es que la plantilla no es tan larga como el club pensó en un principio.