El Real Madrid se vino abajo y tiró un partido que pudo ganar

No llegaba en el mejor momento, pero Ancelotti planteó un buen encuentro. Los blancos tuvieron una gran media hora en la que pudieron sentenciar el partido. Pero lo dejaron escapar.

 

El Real Madrid duró lo que le duraron las fuerzas. Ahora ya está claro que esta plantilla llega a la recta final de la temporada, a los grandes partidos, en el peor momento. Algo ha pasado en la planificación, pero ahora es demasiado tarde para rectificar. No hay vuelta atrás. Hoy no sólo tiró tiraron tres puntos, tal vez una Liga.

 

Jugaron bien, a ráfagas. Tras el gol de Mathieu se vio al mejor Real Madrid de este 2015. El Barcelona desplegó muy poco fútbol, especialmente en la primera parte, pero al final estuvieron a merced de un rival que pudo golearlos escandalosamente. Bien Modric e Isco, Pepe con garra tiró desde atrás y Benzema puso detalles de gran clase.

 

Ronaldo, una pelota al palo y un gol tras un magnífico pase de Benzema. Poco más. En la segunda parte desapareció, y si se le vio fue por un rifirafe con Mascherano que nunca tuvo que existir. Fue el detalle feo del encuentro, y ahí volvió a estar el portugués. La BBC funcionó a medias, tal vez también porque Bale jugó más retrasado de lo habitual, ayudando en defensa.

 

Los de Ancelotti consiguieron hacer desaparecer al Barcelona en la primera mitad. No apareció ni Messi, el mediocampo no existió, y Bravo salvando a su equipo. Algún tirón mal dado intentó alentar a la afición. Pero poco más. Mathieu remató el centro de Messi y adelantó a los locales. Cristiano empató. El último cuarto de hora antes del descanso fue de agobio blanco. Fueron los mejores minutos, pero sin recompensa.

 

En la reanudación algo cambió. El Real Madrid se vino atrás y no mostró la misma intensidad. El Barcelona poco a poco se vino arriba, y el gol de Suárez en el minuto 55 cambió definitivamente el signo del partido. El uruguayo cruzó el balón ante la salida de Casillas que poco pudo hacer.

 

Algo se calentó el partido, pero el Madrid no supo aprovechar el desconcierto. Se vino abajo y tiró el encuentro. Neymar, Messi y Suárez perdonaron la goleada. El Madrid estaba deseando que acabara, estaban destrozados físicamente.  Los de Ancelotti se colocan a cuatro puntos y la liga muy complicada. Poco queda de aquel equipo que maravilló en los últimos meses del 2014. Los rumores volverán, y la crisis blanca llenará los titulares de los próximos días.