El temor de una lesión que retire a Bale (y alguno más) del Real Madrid
Las cifras sobre las dolencias del galés asustan, cuanto menos: cinco en el sóleo con el Madrid
Parece que no puede haber un sólo partido en el que el Real Madrid salte al terreno de juego esta temporada sin algún incendio previo. Al menos, en las últimas fechas. La previa del duelo de Champions entre el PSG y el equipo blanco estará salpicada por la reciente y reticente baja de Gareth Bale. El galés, que sólo jugó 45 minutos ante el Levante el pasado sábado en el Bernabéu tras haber disputado 90 intrascendentes con su selección, ha vuelto a sentir molestias en el sóleo de su pierna izquierda. Una lesión que ha sentado fatal en todos los estamentos del club, desde la directiva hasta el cuerpo técnico, pasando por una afición que cada vez está más cansada de ver cómo el extremo prioriza sus apariciones con el equipo nacional, sobre todo últimamente.
Pero el enfado trasciende esta cuestión, en la que muchos han puesto en duda la profesionalidad del futbolista, sino que va más allá. El periodista Iñaki Cano explicó en las últimas horas que tanta recaída y siempre en el mismo músculo es algo muy peligroso, porque tratándose del sóleo podríamos estar ante una lesión crónica conocida como "efecto cremallera". Esto es, una constante reapertura de las roturas musculares provocada por una dolencia irreparable. Se produce en deportistas de élite y es debido a que las distintas lesiones no se van curando bien con el paso del tiempo.
Desde luego no está confirmado que esto sea lo que le sucede a Bale, que como todo futbolista profesional de hoy en día vive sobrecargado de partidos. Pero una mala gestión de sus lesiones podría no sólo salpicar su carrera, sino a la directiva del Real Madrid que hace tres temporadas apostó por el galés como jugador franquicia de futuro. Bastante tiene la directiva presidida por Florentino Pérez con tener que defender a un futbolista que, por juego, no ha dado el rendimiento esperado hasta ahora como para encima tener que afrontar algo así. Es una posibilidad que, sin duda, arrastraría al club de forma social, de cara a sus aficionados.
Por el momento, Bale tiene la tarea no sólo de recuperarse sino de recuperar también el crédito perdido por fútbol y por actitud ante sus compañeros, cuerpo técnico y, sobre todo, una afición cada vez más decepcionada y desilusionada con un jugador que, eso sí, sigue siendo señalado como uno de los futbolistas con más opciones de convertirse en estrella mundial en las próximas temporadas.