Miedo en el Barça a hacer un Montoya: aceptar una cesión y quedar retratado

Ser suplente en el Barcelona es mejor, para algunos, que lo que les espera si se atreven a salir

El Barcelona se mueve. Una de las posiciones que desde el club se quiere reforzar en clave de futuro apunta al central. Desde la ejecutiva sostienen que la posición de Piqué no está bien cubierta con una pareja de baile de garantías. En el Barcelona valoran el sobre esfuerzo de Mascherano por rendir a un nivel notable en un lugar que no es el suyo, un recurso que debía ser únicamente para casos de emergencia, pero que se ha convertido en un habitual.

 

Es por eso que el Barça otea el mercado en busca de un referente con galones que pueda acompañar a Gerard en la posición. Con Mathieu sin convencer, pero con una inversión hace únicamente dos temporadas que obliga a la paciencia, y Vermaelen con crédito en el staff, el club quiere traer savia nueva y Bartra, que no ha demostrado tener lo mínimo para ser clave en el Barcelona, es el elegido para hacer las maletas. Una insinuación de la que el canterano no quiere ni oír a hablar.

 

Bartra, que ha sido padre, se aferra al banquillo del Barça como un diablo. El central sabe que la titularidad en el Barcelona es un imposible, pero prefiere ser cola de león en un grande que cabeza de ratón en un club de medio pelo: las ofertas por el defensa apuntan a entidades acordes con su nivel, equipos que hacen de la supervivencia, y la sorpresa puntual, su razón de ser. A Bartra no lo esperan ni Juventus/Bayern/Chelsea/City/United y compañía. 

 

 

Sandro, otro señalado

Sandro es otro de los que lo tienen más que crudo para seguir. Junto a Munir/Bartra/Adriano forman el grupo de futbolistas prescindibles. Jugadores que no rozan el nivel Barça y que si siguen en el club es por un único motivo: la sanción FIFA.

 

En el Barcelona se necesita soltar lastre sí o sí para fichar. El club va como loco tirando de amigos/conocidos para colocar el excedente. En enero se abre la veda, fin de la prohibición de acudir al mercado, y se valorará cualquier opción por alguno de los señalados que signifique perderlo de vista, liberar masa salarial, y si es ingresando algo de euros, mejor que mejor. ¿El problema? En el Barça se vive mejor que bien. Nadie quiere arriesgar a ser el nuevo Montoya: salió de Barcelona y en el Inter descubrieron lo que se tapaba en el Camp Nou: es un 'bluf'.

 

Es el caso de Sandro que con interés de clubes menores en la Premier ya ha avisado a las oficinas del Barcelona que no se mueve. El canario, afirma, quiere triunfar en el Barça. Risas. El atacante, cuenta otra versión, prefiere se relleno en Barcelona que actor principal en una comedia de barrio. Es decir, el futbolista tiene muy claro que a la que ponga un pie fuera del Barça su nombre se diluirá como un azucarillo: lo que le mantiene en el candelero no es su habilidad/capacidad como jugador, sino que es jugador del Barça. Todo dicho.

 

Desde el Barcelona/Luis Enrique se han mantenido diversas reuniones con el futbolista/agente advirtiendo de la conveniencia de salir ya. En el club avisan a Lucho: si no hay adiós, no podrá haber entradas y el técnico fuerza la marcha. Los argumentos que aconsejan un marcha al canterano son de peso, pero también los que defiende Sandro para quedarse: mil y un sacrificios para llegar al primer equipo y ahora que está no será fácil sacarlo.

 

Gueste más o guste menos, Sandro, como otros, tienen la llave para cerrar o no operaciones en enero. Convencerlos de que una vida mejor lejos del Camp Nou es lo mejor para las partes será clave. Aún así, pocos, o ninguno, traga con el cuento. Como en Barcelona en ningún o pocos sitios.