La enganchada más bestia entre Gareth Bale y Cristiano Ronaldo
El vestuario ha asistido a auténticas peleas de gallos
Cristiano Ronaldo protagonizó un final de curso movido. Su relación con el vestuario vivió varios desencuentros en la recta final de la temporada. Enganchadas/discusiones que marcaron un final de curso muy movido en el Real.
El día de la eliminación ante la Juventus tuvo sus más y sus menos con Sergio Ramos, quien le echó en cara que sólo miraba por sí mismo y su "golito", en lugar de trabajar por el equipo. No fue el único roce. La escena se repetía ante el Valencia: varios miembros del equipo le recriminaron sus gestos/formas en el campo para con sus compañeros: un sector del equipo estaba y sigue estando más que harto de las caras de Cristiano que señalan al resto.
Este sector del vestuario cree que esa actitud ha perjudicado al grupo que, por momentos, juega con miedo ante los desplantes del crack. Un Ronaldo al que critican su obsesión por el gol. Priorizar su partido al del Real. Una realidad que se ha trasladado a la presnete campaña.
En este sentido, uno de los que más ha recibido ha sido Gareth Bale. La relación entre CR7 y el galés es casi inexistente. Su trato fuera del terreno de juego es prácticamente nulo. Y en el terreno se han hecho evidentes sus diferencias con gestos/desplantes del portugués hacia Gareth que le han valido la reprimenda del Bernabéu, alineado del lado del luso.
Una situación que ha molestado/incomodado a Bale hasta el extremo de pedir a Florentino Pérez el pasado verano que le despejara el camino. El galés sostiene que sin Cristiano en el equipo su crecimiento sería mayor. Quiere liderar el Madrid y sólo puede haber un gallo en el gallinero.
Unas palabras que llegaron después del último encuentro ante la Juventus cuando Ronaldo volcó toda su frustración en Gareth y arremetió contra él como un loco ante la sorpresa de un vestuario que tuvo que mediar para evitar que el tema se fuera de las manos. Una enganchada monumental, la más bestia desde la llegada de Gareth al Madrid, en la que Cristiano disparó contra Bale sin remisión: le acusó de individualista porque no le había asistido en una jugada. De ser un lastre en ataque. El problema de la BBC. Le tiró en cara una temporada nefasta. Le acusó de cobardía, de utilizar a su agente para sembrar follón. Para terminar diciendo que jugando con diez es muy difícil ganar.
El galés no se mordió la lengua y atacó. Desde entonces uno y otro limitan su relación a mínimos.