Toda una vida

Don Balón es un bolero. Una historia de amores y desamores. Durante casi 40 años hemos crecido, llorado, reído y disfrutado. Hemos vivido en primera persona la evolución del fútbol y no siempre, desgraciadamente, para mejor. De la relación más o menos personal que se podía mantener con los protagonistas, se ha pasado a unas barreras muchas veces infranqueables que los alejan no solo de los medios de comunicación, sino de los aficionados que son los que realmente se apasionan con el fútbol y aguantan carros y carretas.

Los tiempos cambian y pocos, ni los más optimistas, hubiesen apostado en el inicio de la publicación por un dominio tan apabullante de la Roja. Dos Eurocopas y un Mundial. Triunfos del Barça y Madrid en la Champions junto con participaciones de equipos españoles, Atlético, Villarreal, Athletic, Sevilla, Valencia… que han levantado admiración. También los mejores futbolistas y entrenadores están o han pasado por la Liga, un éxito que no tiene que tapar que en el balompié nacional aún queda mucho por hacer. Vandalismo, supuestas corruptelas y escándalos en los juzgados que son en demasiadas ocasiones más noticia que el balón.

Pero el bolero sigue y como dice la letra, estaría contigo sin importar ni cómo ni dónde ni cuándo. Don Balón vuelve a estar con nosotros -creo que nunca se ha ido- y con un formato acorde con los nuevos tiempos. La web de DB está aquí. Representa un reencuentro y una novedad. Y lo cierto es que por encima de los que hemos pasado por este ‘club’, está el concepto de Don Balón como un perenne sinónimo de fútbol.

Y la prueba de que DB forma parte de la leyenda es una anécdota televisiva. No es la primera vez que la revista ha tenido sus minutos de gloria en la pequeña pantalla, pero sí choca que casi cuatro después de su desaparición en papel haya vuelto a ser recordada y en un programa nada futbolero como la serie de humor ‘Gym Toni’ de Cuatro.

Entre los personajes, el propietario del gimnasio, un tipo con bastante jeta; un instructor de ‘fitness’ –musculitos, pero con poco cerebro- y los clientes habituales, a saber, una ‘choni’, un homosexual, un gordinflón, un bajito que quiere ser policía nacional, la guapa con vigorexia, la menos guapa que busca novio y un cartero de mente calenturienta. Vamos, lo mejor de cada casa y lo que habitualmente puedes encontrarte en estos centros de ejercicio. El capítulo en cuestión gira sobre el mullido sofá que el dueño Toni decide poner en el hall del gimnasio. Un tres plazas de lujo que motiva que sus clientes cambien la bicicleta estática y la cinta de correr por el relax del cómodo sofá. “De aquí no me mueve nadie”, comenta uno, después de aposentarse. Una afirmación que recalca, al detectar la revista que ve encima de la mesita auxiliar, “hostia, el Don Balón. Ahora sí que de aquí ya no muevo”.

Pues eso, pongámonos cómodos y sigamos disfrutando.

Toni Casals
Director de Don Balón
2006-2011