La verdadera razón por la que Neymar da largas a su renovación por el Barça
Ni al Barça ni al jugador les interesa renovar el contrato que les une. Estos son los argumentos de unos y otros.
Hace ya varias semanas que Josep Maria Bartomeu negocia con el padre de Neymar la renovación del contrato que firmaron hace dos años y medio. Las dos partes han mantenido públicamente hasta ahora que las conversaciones van por buen camino y que no habrá problemas para llegar a un acuerdo. Pero el acuerdo no llega y hoy se ha filtrado desde el club que la negociación está congelada a la espera de que lleguen tiempos mejores.
En el contrato suscrito por Sandro Rosell se contemplaba un retoque con posibilidades de ampliación del actual contrato. Un retoque que pasa, como es lógico, por la mejora de las condiciones económicas para el jugador. Pero las dos partes han decidido darse un compás de espera. El club, por su lado, asiste con cierta dosis de inquietud a la incapacidad de Neymar para convertirse en el líder del equipo en ausencia de Messi y su juego empieza a generar dudas, especialmente por el precio que se pagó por él. Por otra parte, el tope salarial impuesto por el fair play financiero de la UEFA impide el aumento que reclama el padre de Neymar, dado que el coste de la plantilla ascenedería a límites no permitidos por la normativa internacional.
Pero no sólo es el club quien ha perdido interés en asegurar la renovación de Neymar. El propio jugador, especialmente su entorno, considera que es mejor esperar a cumplir los cinco años de contrato, hasta 2018, para decidir entonces el mejor camino a seguir. Ahora mismo los que manejan la imagen de Neymar consideran que cinco años en el Barcelona son suficientes para que Neymar se desarrolle como futbolista. En el mejor equipo del mundo, con los mejores compañeros, en una ciudad que es de su agrado... Pero en 2018 las cosas serán diferentes. Neymar entonces deberá estar en condiciones de liberarse del yugo que supone Leo Messi y volar en solitario para optar de verdad al Balón de Oro en otro equipo, otro grande de Europa, que acepte convertirle en su buque insignia y construya un proyecto a su alrededor.
Neymar vive en el Barcelona una etapa de aprendizaje, un proceso de adaptación al exigente fútbol europeo. Y ya la va bien vivir a la sombra de Messi. Pero en 2018, ya con 26 años, sus exigencias, aspiraciones y ambiciones serán otras. Por eso Neymar y el Barça no acaban de llegar a un entendimiento para ligarse más allá de 2018. Las dos partes tienen razones sobradas para considerar que no les conviene este acuerdo.