La llamada (desesperada) de Nolito al Barça ante la tentativa del Arsenal
El delantero sigue prefiriendo recalar en el Camp Nou en el mercado invernal
El las últimas horas, el Arsenal ha aparecido con fuerza para tratar de llevarse a Nolito del Celta de Vigo. El delantero del club gallego ha sido nombrado mejor jugador de la Liga española en este mes de competición, y es que ha sido sin duda uno de los futbolistas más destacados tanto en el plano goleador, como de juego. En un año de Eurocopa, por su nivel actual tiene opciones de acudir a la cita Continental con la vigente doble campeona.
Según el diario británico 'Mirror', el club de Londres pondría sobre la mesa nada menos que 19 millones de euros para llevarse al ex del Barça y del Benfica. Arsene Wenger necesita delanteros, sin duda la línea más debilitada de su plantilla, y Nolito encaja por características en el estilo de juego de toque y ofensivo que plantea siempre la escuadra 'gunner'. Ahora bien, haría falta una respuesta afirmativa por parte del Celta y también del delantero, que sigue teniendo otra prioridad: volver a vestir de azulgrana.
Nolito lleva semanas sonando como el refuerzo perfecto para un Barça que, sin embargo, no ve con buenos ojos los comentarios que el futbolista ha ido soltando de vez en cuando tras marcharse de mala manera del club hace algunas temporadas. Pese a que Luis Enrique le recibiría con los brazos abiertos, Bartomeu no quiere ni oír hablar del tema. Todo ello sin contar con que para los culés el precio del atacante sería no de 18 millones, sino de 30. Una cantidad abusiva.
En la ciudad condal lo último que se censuró fue la alegría con la que Nolito marcó al Barça hace pocos días, en el marco de la dolorosa derrota por 4-1 en Vigo hace un par de jornadas de Liga. Algo que demuestra que la relación de amor-odio entre el delantero y el equipo catalán sigue vigente. Sin embargo, el jugador le ha hecho saber a su entorno y a sus conocidos todavía en Barcelona una cosa: con los ojos cerrados elegiría antes el Barça que el frío y la lluvia londinenses. Un mensaje que espera que cale en las oficinas del Camp Nou antes de que llegue el mes de diciembre. Si no, tendrá que marcharse a Inglaterra para firmar el contrato de su vida.